La igualdad de género, una asignatura pendiente

 

 

Más de la mitad de las mujeres del planeta vive en países que no han avanzado en equidad de género en los últimos años.

El índice de Equidad de Género permite clasificar a los países según tres indicadores relevantes: educación, participación económica y empoderamiento. Tres áreas en las que mujeres y hombres seguimos distantes, en algunos casos, en demasiados países, a años luz. Y como sucede cuando hablamos de desigualdades, éstas se encuentran mayoritariamente en los países del Sur. Son quienes, en este siglo XXI, permanecen en desarrollo y cuyo reto, entre otros muchos, es alcanzar la igualdad. De los 157 países analizados para elaborar el informe elaborado anualmente por SOCIAL WATCH, los que encabezan la lista son, como no, los países nórdicos y, entre los que tienen el dudoso honor de estar en el furgón de cola, Costa de Marfil, India y Benín. Un informe que pone el acento en los deberes para alcanzar la igualdad, la equidad. Y esos deberes pasan por adoptar políticas adecuadas.

Según este informe, aunque no es sencillo reducir las brechas de desigualdades cuando hay escasez de recursos, por lo que los países en vías de desarrollo lo tienen más complicado, hay que precisar que la falta de ingresos no es el único factor. Un argumento que se demuestra con cifras. Países de altísimo nivel de ingreso per cápita como Luxemburgo o Suiza tienen el mismo nivel que Mozambique, cuyo nivel de ingreso es notablemente más bajo. Por contrapartida, países como Ruanda, Zambia o Costa de Marfil, con similares niveles de ingreso, muestran notables diferencias en equidad de género. Ni un alto nivel de ingreso es garantía de equidad de género ni uno bajo es condición suficiente que justifique la brecha entre mujeres y hombres.

El escalón que falta para alcanzar la equidad de género en educación en todo el mundo no es demasiado grande. Sin embargo, son más los países que retroceden en educación que los que progresan. Un mayor número de países muestra progreso significativo en la actividad económica, pero es también el número de los que experimentan retroceso y, por tanto, la tendencia global no está clara. La evolución en empoderamiento parece positiva, ya que la mayoría de los países está mostrando progreso. De todos modos, es de lejos, la mayor brecha a superar.

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