VIH-SIDA como metáfora de la inequidad

Foto: ONU

Fuentes: Los Angeles Times, Bloomberg, The New York Times

La reunión anual de la Sociedad Internacional de SIDA, celebrada el mes pasado en Roma, no pudo “ignorar un hecho empecinado”: el síndrome "continúa siendo una metáfora de la desigualdad" en el mundo, escribió Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-SIDA (ONUSIDA). Nuevos estudios reafirman esta convicción, al dejar en evidencia una vez más la brecha entre países del Sur y del Norte, así como entre diversos grupos sociales dentro de Estados Unidos.

"En las naciones más ricas, donde el acceso a los medicamentos está muy extendido, el sida pasó de ser una sentencia de muerte a una enfermedad crónica. Pero 1,8 millones de personas mueren con sida cada año en el mundo en desarrollo", señaló Sibidé, también secretario general adjunto de la ONU, en una columna publicada por el diario Los Angeles Times.

“En el Hemisferio Norte vemos nacer una nueva generación libre de VIH, mientras 370.000 niños del Sur comienzan sus vidas infectados. Nueve millones de personas que viven con VIH en países pobres continúan esperando el tratamiento para sobrevivir ", agregó.

"Es difícil no sacar como conclusión que a la vida se le da distinto valor en distintos lugares del mundo. Esto es moralmente incorrecto e inaceptable", se lamentó Sibidé.

Un nuevo estudio, financiado por el Banco Mundial, ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud, reveló esta semana que la epidemia recrudece en Medio Oriente, Asia Central y África septentrional, donde las infecciones aumentaron más del doble, de 36.000 por año en 2001 a 75.000 en 2009. El informe atribuye más de la cuarta parte de las transmisiones a relaciones sexuales entre hombres.

La mayor incidencia de estas infecciones se ubica en a ciertos grupos ocupacionales —como los conductores de camiones en Marruecos y Pakistán—, pero también en sectores marginados de la población como los niños de la calle, los trabajadores sexuales y los presos, señalaron los investigadores.

"Este estudio es el primero en describir el estado de VIH entre hombres homosexuales y bisexuales en una región donde las relaciones entre personas del mismo sexo son, a menudo, criminalizadas y el estigma asociado con estas relaciones puede obstaculizar los esfuerzos para prevenir la transmisión", indicó la agencia de noticias Bloomberg.

Laith Abu-Raddad, el experto en salud pública de la Facultad de Medicina Weill Cornell (Qatar) que dirigió el estudio, espera que estas conclusiones impulsen en los gobiernos políticas para frenar la epidemia. "Sólo unos pocos países", como Marruecos, Pakistán y Líbano "han comenzado a actuar en la dirección correcta", señaló Abu-Raddad. La mayoría de los gobiernos se mantienen en sus trece.

Por otro lado, la cantidad de nuevas infecciones con VIH se ​​ha mantenido durante una década en alrededor de 50.000 anuales en Estados Unidos, según datos oficiales conocidos el miércoles, informó Donald G. McNeil Jr., periodista a cargo de cubrir cuestiones de salud en The New York Times.

En ese país, "la epidemia todavía se concentra, en primera instancia, en los homosexuales varones, y crece con mayor rapidez entre los jóvenes gay afrodescendientes", agregó McNeil.

Los investigadores explicaron a The New York Times que los "adolescentes varones negros que se dan cuenta de su atracción por hombres son, a menudo, demasiado pobres como para ir a ciudades amigables hacia los homosexuales, como San Francisco o Nueva York, [...] y a menudo deben mantener oculta su opción frente a sus familiares y amigos, lo cual aumenta la probabilidad de que se involucren en relaciones sexuales furtivas y riesgosas".

"A menudo carecen de seguro médico, por lo que no se controlan su estado de salud ni ven a médicos que les sugieran el análisis. Las nuevas encuestas concluyen que usan condón al menos con la misma frecuencia que los jóvenes homosexuales hombres blancos e hispanos, el sexo tiende a mantenerse dentro de grupos raciales y más hombres mayores negros homo y bisexuales están infectados. Además, la sífilis no tratada, cuyas llagas abren un camino para el VIH, es más común entre afrodescendientes", señalaron los investigadores a McNeill.

"Darse cuenta de esto ha originado una fisura en la comunidad de lucha contra el VIH. Los activistas señalan que la persistente tasa de infección demuestra el fracaso de las políticas de prevención del gobierno. Las autoridades federales se encuentran a la defensiva, incluso cuando reconocen que la epidemia crecerá si la prevención no mejora, lo cual bien saben es poco probable mientras se recorte su presupuesto", agregó el periodista.