Guatemala: Gasto público en seguridad alimentaria, salud y mujeres se rezaga
Published on Thu, 2012-03-15 15:48
La Coordinación de ONG y Cooperativas (CONGCOOP, punto focal de Social Watch en Guatemala), advirtió en su análisis de la ejecución del presupuesto del Estado que no hubo avances en materia de seguridad alimentaria y que se registraron retrocesos en materia de desarrollo rural, atención hospitalaria, políticas de género y de asistencia a comunidades indígenas. El Informe Anual 2011 del Monitoreo y Análisis de la Ejecución Presupuestaria de la Nación, realizado por CONGCOOP y su Instituto por la Democracia, enfatizó en esta edición, presentada este mes, en las cuestiones de acceso a la tierra, seguridad alimentaria y desarrollo rural, salud y las políticas de género. La ejecución del presupuesto del Ministerio de Ganadería y Agricultura fue de 95,9 2% de las partidas asignadas, pero eso “no significó avances significativos en el desarrollo rural y la seguridad alimentaria”, dado que, al mismo tiempo que “se fortaleció el programa de Asistencia Alimentaria” se “debilitó el Programa de Desarrollo Económico Rural Agropecuario” con un recorte de sus asignaciones, “lo cual evidencia poca calidad en el gasto”, según el estudio. Según CONGCOOP, el gobierno anterior “reflejó un desinterés por fortalecer la institucionalidad” de ese ministerio al concentrarse en “programas asistencialistas” y sin implementar la denominada “Política Nacional de Desarrollo Rural Integral en lo que le corresponde” a esa cartera. Mientras, el Ministerio de Salud Pública gastó 89,29% del presupuesto que se le asignó, lo cual implica una “ejecución inquietante y bastante baja en comparación con los últimos años”, indica el informe. “La consideramos inexplicable para una institución que funcionó con limitaciones de recursos en todos los niveles de atención, además de padecer constante crisis a nivel hospitalario”, agrega. El estudio constata “recortes importantes en subprogramas” oficiales relevantes como los de promoción de la salud, de salud ambiental y de vigilancia y control de agua para consumo humano. “En algunos casos, la ejecución fue insignificante”, como en el de “registro, control y vigilancia de la malaria, donde sólo se ejecutaron 1,04 millones de quetzales de los 12,32 millones” presupuestados, según el estudio. “La política de gratuidad se considera un avance en el goce del derecho a la salud, pero no se crearon las condiciones necesarias para su implementación”, pues “no se mejoró la infraestructura sanitaria, se continuó atendiendo con el personal ya existente” sin incorporar empleos, ni “se contó con el abastecimiento de medicamentos, material médico quirúrgico, etcétera”, agrega. “En 2011, el desarrollo humano e integral de las mujeres mayas, garífunas, xincas y mestizas continuó siendo postergado y sin ser una prioridad en la asignación presupuestaria”, a pesar de la “discriminación y racismo” que las lleva a verse “excluidas del pleno goce de sus derechos individuales y colectivos”, según la evaluación de CONGCOOP. “Los programas dirigidos a la mujer en 2011 solo representan 0,04% del PIB”, de lo cual se ejecutó 93%. “Es preocupante que algunos programas importantes desaparecieron como los de Apoyo a Mujeres Sobrevivientes de Violencia, de Promoción de la Participación de la Mujer y de Asistencia a la Mujer Trabajadora”, añade el estudio. Fuentes |