UNCTAD continuará analizando la crisis mundial

Ceremonia de cierre de la
UNCTAD XVIII. (Foto: UNCTAD)

Al cabo de la decimotercera sesión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD XIII) en Doha, representantes de la sociedad civil atribuyeron a los estados industrializados la intención de diluir las potestades de esa agencia de la ONU, en una actitud “escandalosa” que reflejó el objetivo de beneficiar a empresas e inversores y no el de cumplir compromisos internacionales vigentes sobre asistencia a los países pobres.

Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil que participaron la semana pasada en la Conferencia celebraron que los representantes oficiales acordaran en la declaración final, el jueves pasado, asignarle a la UNCTAD “el mandato claro” de continuar analizando e investigando la crisis económica, luego de intensas negociaciones que concluyeron el jueves pasado.  

“Nos comprometemos” a insistir con los llamados a que “la UNCTAD y sus [países] miembros se hagan responsables por el cumplimiento de este sólido mandato”, indica la declaración emitida por los representantes de la sociedad civil al finalizar la reunión en la capital de Qatar.

Lo que sigue es el texto de ese pronunciamiento.

Declaración final de la sociedad civil sobre el resultado de la UNCTAD XIII

26 de abril de2012

Las organizaciones de la sociedad civil presentes en la UNCTAD XIII aplaudimos la Declaración Final de la Conferencia, que brinda un apoyo consensuado a su trabajo vital de la UNCTAD de analizar la crisis financiera y otras vinculadas con aquélla, las cuales han perjudicado y continúan amenazando la vida y los medios de subsistencia de hombres y mujeres, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo.

Al mismo tiempo, lamentamos que los mismos países desarrollados donde la falta de regulación de los mercados financieros causó la crisis mundial hayan debilitado los pasajes de análisis político de la Declaración referidos a sus impactos negativos.

Hemos observado de cerca las negociaciones oficiales. En cada borrador que sustituía al anterior, fuimos testigos de escandalosos intentos por parte de países desarrollados por cambiar la base política y el mandato de la UNCTAD en áreas clave [de análisis], como la crisis financiera, la macroeconomía, el manejo de la deuda, la Organización Mundial del Comercio (OMC), distintos acuerdos comerciales, la propiedad intelectual y las políticas industriales y de inversiones, entre otras. Eso reflejó los intereses de las empresas y de los inversores de los países desarrollados más que [el propósito de] mantener compromisos políticos históricos para asistir a los países en desarrollo en la utilización del comercio y de la inversión hacia un desarrollo inclusivo y sustentable.

Los países desarrollados ejercieron fuerte presión, incluso, para impedir que el documento final reafirmara el Acuerdo de Accra alcanzado en la sesión anterior de la UNCTAD. Ese acuerdo, que mandata a la UNCTAD a trabajar [en el análisis] de cuestiones clave como la interdependencia, la coherencia en las políticas y el manejo de la macroeconomía, no debió ser siquiera motivo de discrepancias, por tratarse de un compromiso aceptado con anterioridad. Pero nos complace que los logros de Accra fueran finalmente ratificados.

Ansiamos ver a todos los gobiernos y a la Junta de Comercio y Desarrollo implementar este compromiso y que esta labor siga siendo un aspecto crucial del plan de trabajo acordado en Doha para la UNCTAD.

Nos alegra que las posiciones más extremas de los países desarrollados hayan quedado neutralizadas en la versión final de la Declaración, la cual menciona la crisis financiera y reconoce la necesidad de regulaciones adecuadas para impedir el surgimiento de otras en el futuro.

El párrafo más controvertido, el 17 (d), ahora [en la versión final] llama a la UNCTAD a “continuar, como un aporte al trabajo de la ONU, investigando y analizando las perspectivas y el impacto en los países en desarrollo de las cuestiones de comercio y desarrollo a la luz de la crisis económica y financiera mundial”.

Como sociedad civil, celebramos que el lenguaje de esta declaración le dé a la UNCTAD el mandato claro de continuar con su excelente y muy valorado trabajo sobre la crisis económica mundial.

Nuestra propia Declaración de la Sociedad Civil, presentada a los delegados en la primera reunión plenaria, representa de manera mucho más exhaustiva y adecuada la dinámica actual de la economía mundial.

Para los miles de millones de personas que han sufrido en todo el mundo las consecuencias de la crisis financiera y la crisis de deuda en curso, es fundamental que la UNCTAD continúe brindando análisis sobre sus causas profundas, entre ellas la inadecuada regulación financiera y las tendencias económicas que afectan a los países en desarrollo, con el fin de promover soluciones e impedir nuevos derrumbes.

Como representantes de la sociedad civil, nos comprometemos a insistir en que la UNCTAD y sus miembros se hagan responsables por el cumplimiento de este sólido mandato.

Fuente: Organizaciones de la sociedad civil

Al cabo de la decimotercera sesión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD XIII) en Doha, representantes de la sociedad civil atribuyeron a los estados industrializados la intención de diluir las potestades de esa agencia de la ONU, en una actitud “escandalosa” que reflejó el objetivo de beneficiar a empresas e inversores y no el de cumplir compromisos internacionales vigentes sobre asistencia a los países pobres.

Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil que participaron la semana pasada en la Conferencia celebraron que los representantes oficiales acordaran en la declaración final, el jueves pasado, asignarle a la UNCTAD “el mandato claro” de continuar analizando e investigando la crisis económica, luego de intensas negociaciones que concluyeron el jueves pasado.  

“Nos comprometemos” a insistir con los llamados a que “la UNCTAD y sus [países] miembros se hagan responsables por el cumplimiento de este sólido mandato”, indica la declaración emitida por los representantes de la sociedad civil al finalizar la reunión en la capital de Qatar.

Lo que sigue es el texto de ese pronunciamiento.

Declaración final de la sociedad civil sobre el resultado de la UNCTAD XIII

26 de abril de2012

Las organizaciones de la sociedad civil presentes en la UNCTAD XIII aplaudimos la Declaración Final de la Conferencia, que brinda un apoyo consensuado a su trabajo vital de la UNCTAD de analizar la crisis financiera y otras vinculadas con aquélla, las cuales han perjudicado y continúan amenazando la vida y los medios de subsistencia de hombres y mujeres, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo.

Al mismo tiempo, lamentamos que los mismos países desarrollados donde la falta de regulación de los mercados financieros causó la crisis mundial hayan debilitado los pasajes de análisis político de la Declaración referidos a sus impactos negativos.

Hemos observado de cerca las negociaciones oficiales. En cada borrador que sustituía al anterior, fuimos testigos de escandalosos intentos por parte de países desarrollados por cambiar la base política y el mandato de la UNCTAD en áreas clave [de análisis], como la crisis financiera, la macroeconomía, el manejo de la deuda, la Organización Mundial del Comercio (OMC), distintos acuerdos comerciales, la propiedad intelectual y las políticas industriales y de inversiones, entre otras. Eso reflejó los intereses de las empresas y de los inversores de los países desarrollados más que [el propósito de] mantener compromisos políticos históricos para asistir a los países en desarrollo en la utilización del comercio y de la inversión hacia un desarrollo inclusivo y sustentable.

Los países desarrollados ejercieron fuerte presión, incluso, para impedir que el documento final reafirmara el Acuerdo de Accra alcanzado en la sesión anterior de la UNCTAD. Ese acuerdo, que mandata a la UNCTAD a trabajar [en el análisis] de cuestiones clave como la interdependencia, la coherencia en las políticas y el manejo de la macroeconomía, no debió ser siquiera motivo de discrepancias, por tratarse de un compromiso aceptado con anterioridad. Pero nos complace que los logros de Accra fueran finalmente ratificados.

Ansiamos ver a todos los gobiernos y a la Junta de Comercio y Desarrollo implementar este compromiso y que esta labor siga siendo un aspecto crucial del plan de trabajo acordado en Doha para la UNCTAD.

Nos alegra que las posiciones más extremas de los países desarrollados hayan quedado neutralizadas en la versión final de la Declaración, la cual menciona la crisis financiera y reconoce la necesidad de regulaciones adecuadas para impedir el surgimiento de otras en el futuro.

El párrafo más controvertido, el 17 (d), ahora [en la versión final] llama a la UNCTAD a “continuar, como un aporte al trabajo de la ONU, investigando y analizando las perspectivas y el impacto en los países en desarrollo de las cuestiones de comercio y desarrollo a la luz de la crisis económica y financiera mundial”.

Como sociedad civil, celebramos que el lenguaje de esta declaración le dé a la UNCTAD el mandato claro de continuar con su excelente y muy valorado trabajo sobre la crisis económica mundial.

Nuestra propia Declaración de la Sociedad Civil, presentada a los delegados en la primera reunión plenaria, representa de manera mucho más exhaustiva y adecuada la dinámica actual de la economía mundial.

Para los miles de millones de personas que han sufrido en todo el mundo las consecuencias de la crisis financiera y la crisis de deuda en curso, es fundamental que la UNCTAD continúe brindando análisis sobre sus causas profundas, entre ellas la inadecuada regulación financiera y las tendencias económicas que afectan a los países en desarrollo, con el fin de promover soluciones e impedir nuevos derrumbes.

Como representantes de la sociedad civil, nos comprometemos a insistir en que la UNCTAD y sus miembros se hagan responsables por el cumplimiento de este sólido mandato.

Fuente: Organizaciones de la sociedad civil