Suiza: Prospera iniciativa ciudadana para poner límites a multinacionales
Published on Thu, 2012-06-21 17:53
Más de 135.000 personas exigieron al Consejo Federal y al Parlamento de Suiza, a través de la campaña "Derecho sin Fronteras", que obliguen a las multinacionales con matriz en ese país a respetar los derechos humanos y el ambiente en el mundo. La petición, cuya secretaría estuvo a cargo de Alliance Sud (punto focal de Social Watch en la nación europea), fue presentada con sus correspondientes firmas a ambos órganos. Al informar sobre la culminación de la campaña la semana pasada, Alliance Sud aseguró en su página web que empresas suizas con numerosas filiales en todo el mundo, como Xstrata, Glencore, Syngenta, Nestlé, Danzer, Triumph y Holcim, violan los derechos humanos y contaminan el ambiente sin que sus casas matrices sean llamadas a responsabilidad. El poder y la influencia de las corporaciones multinacionales han aumentado con la globalización. La ley, sin embargo, no acompañó este proceso, pues, según “Derecho sin Fronteras”, hacen falta normas de carácter obligatorio que les impidan dañar a las comunidades humanas y al planeta. Por lo tanto, advirtieron es urgente que las autoridades suizas aprueben disposiciones en tal sentido. La campaña "Derecho sin Fronteras" es acompañada por Alliance Sud y por una amplia coalición de más de 50 organizaciones dedicadas a fomentar el desarrollo y a defender los derechos humanos, la equidad de género y el ambiente, así como sindicatos y grupos de vigilancia a las actividades empresariales. Entre otras instituciones, apoyan la petición Solidar Suisse, Action de Carême, Amnistía Internacional, Brücke-Le Pont, DB-Déclaration de Berne, E-CHANGER, Greenpeace International, Groupe de travail Suisse-Colombie, Guatemalanetz Bern, Helvetas Swiss Intercooperation, el capítulo suizo de la Comisión Internacional de Juristas, Multiwatch, Pain pour le prochain, Société pour les peuples menacés, Swissaid y terre des hommes-Suisse.
Amplia alianza La campaña, puesta en marcha en noviembre pasado, se basa sobre la convicción de que Suiza debe cumplir con las decisiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en especial las directrices aprobadas de forma unánime por el ex. Hace un año, hasta el día, que fue aprobado por unanimidad las directrices elaboradas por su ex representante especial para Derechos Humanos y Cuestiones Comerciales, John Ruggie. Estas directrices reafirman el deber de todos los Estados a proteger los derechos humanos frente a acciones del sector privado que puedan violarlos, y responsabilizan también a las empresas ante eventuales transgresiones de esas normas fundamentales e inalienables. También la Unión Europea ha exigido a los países que la integran a actuar en ese sentido, pero las iniciativas se han presentado con lentitud en Suiza. Al entregar la petición y las firmas al Parlamento suizo, la directora del capítulo nacional de Amnesty Internacional, Manon Schick, dijo que la autorregulación voluntaria de las empresas no ha sido suficiente para impedir que éstas cometieran violaciones de derechos humanos y contaminación ambiental, y que las normas así establecidas no han sido suficientemente estrictas. Peter Niggli, director de Alliance Sud, destacó que Suiza tiene una responsabilidad especial al respecto porque es el país del mundo que cuenta con más cantidad de multinacionales en proporción con su población, y que muchas de ellas actúan en sectores problemáticos. De no establecer normas estrictas para las operaciones de esas empresas en el extranjero, el país se arriesga a dañar su imagen y podría ser objeto de condenas en foros internacionales. Kaspar Schuler, director de campañas de Greenpeace Suiza, consideró frecuente que las empresas violen los derechos humanos y dañen el ambiente al mismo tiempo, y mencionó en ese sentido las actividades de la minera Xstrata en Perú y de la también minera Glencore, que cuenta además con inversiones en los sectores agrícola e industrial, en República Democrática del Congo. Más información Fuente |