Sociedad civil árabe advierte a la UE que su enfoque socava la democracia

Ziad Abdel Samad
(Foto ONU)

Representantes de la sociedad civil árabe advirtieron, a lo largo de una semana de actividades en Bruselas, que el modelo económico que promueve la Unión Europea (UE) para Medio Oriente y África septentrional es inconsistente con los caminos hacia la democracia y el desarrollo económico y social que promueven los movimientos reformistas de la región.

El documento “Una nueva respuesta para un vecindario cambiante”, emitido por instituciones europeas en mayo del año pasado, concentró la atención de la delegación de organizaciones de la sociedad civil de la región árabe a lo largo de la semana.

Los activistas árabes prepararon un memorando crítico, en el que reclamaron coherencia a las políticas de la UE entre las metas de desarrollo y los derechos humanos, por un lado, y las relaciones económicas, el comercio y las inversiones, por el otro.

La delegación concluyó que el enfoque económico de la UE hacia la región no ha cambiado respecto de los que rigieron en el vínculo con regímenes anteriores. En ese sentido, destacaron que los principales motivos del surgimiento de la Primavera Árabe fueron el fracaso de esos regímenes en dos planos: por un lado, en el plano político, dada la falta de democracia, y por el otro, el de las políticas económicas, financieras y de desarrollo implementadas durante décadas.

La delegación reclamó la revisión del enfoque de los vínculos entre la UE y el mundo árabe, cuestionando la prioridad asignada al crecimiento económico. Un nuevo enfoque, afirmaron, debería concentrarse en la construcción de la capacidad productiva, de mecanismos de redistribución justa y de creación de oportunidades de empleo decente, de promoción de equidad en la participación económica y de participación en los beneficios del crecimiento económico.

Los programas de la UE hacia la región deberían garantizar el respeto de los derechos humanos, incluidos el derecho a desarrollo y al trabajo decente, mediante la promoción y la implementación de políticas coherentes y de la evaluación de la ya vigente Política de Vecindad Europea, basada sobre indicadores de derechos básicos.

La delegación consideró de importancia la revisión de las relaciones comerciales y de inversión entre los países de la UE y los de la región árabe, dado que el bloque europeo es el principal socio comercial de muchos países de Medio Oriente y África septentrional.

En ese sentido, se reclamó a la Comisión Europea una evaluación del impacto del proceso de liberalización industrial y agrícola que tuviera en cuenta las perspectivas de desarrollo y de los derechos humanos, y que propusiera medidas prácticas que contribuyan con la redacción de las consecuencias negativas de ese proceso.

La revisión, añadieron, debería incluir el estado de los acuerdos en materia de competencia, compras gubernamentales y protección de inversiones en el campo del derecho al desarrollo, al que se considera parte integral de los derechos económicos, sociales, políticos, culturales y ambientales y que deberá tomarse en cuenta antes de cualquier negociación sobre libre comercio.

La promoción de la transparencia en esas negociaciones y su impacto en el derecho al desarrollo antes de su inicio son de importancia crucial, según Kinda Mohamadieh, de la Red de ONG Árabes para el Desarrollo.

Las negociaciones de la política de competencia, de compras gubernamentales y de protección de inversiones en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) han sido rechazadas por muchos países en desarrollo, incluidos los del sur del Mediterráneo, recordó Mohamadieh.

La insistencia de la Comisión Europea en la profundización de la liberalización comercial y de inversiones como clave de las relaciones entre las dos regiones es motivo de grandes diferencias con la sociedad civil árabe, de acuerdo con la delegación que visitó Bruselas la semana pasada.

En ese sentido, los representantes de la sociedad civil cuestionaron la preparación de negociaciones bilaterales sobre comercio e inversiones con Marruecos, Túnez, Egipto y Jordania antes de que se complete la evaluación sobre el impacto de esos acuerdos en ciernes en el desarrollo, el bienestar social y la economía de los países. Ese impacto, agregaron, podría ser negativo y socavar el camino hacia la democracia de esos países.

La revisión debería incluir el fortalecimiento del rol de la sociedad civil en la elaboración, implementación control y seguimiento de las políticas adoptadas por instituciones financieras europeas, incluida la evaluación del impacto de los programas sobre los derechos humanos y laborales, la equidad de género y las migraciones.

El memorando revela el carácter crucial de lograr una solución justa y completa para el conflicto árabe-israelí, dado su directo impacto en la seguridad y la estabilidad de toda la región, y, por lo tanto, en todos los esfuerzos políticos y relativos al desarrollo en el marco de la política de vecindad europea

Allam Jarrar, representante de la Red de ONG Palestinas, subrayó que la UE da un mensaje contradictorio al continuar avanzando en sus relaciones comerciales y de cooperación con Israel, lo cual no ayuda en la cooperación con el mundo árabe ni en la consolidación de lazos de confianza entre los pueblos al sur y al norte del Mediterráneo.

Fuente
ANND: http://www.annd.org