Impuesto europeo a las transacciones financieras, un paso corto e incierto

El acuerdo de los gobiernos de la Eurozona para crear un impuesto a las transacciones financieras (ITF) causa satisfacción e incertidumbre. Desde la sociedad civil europea y mundial se lo considera un paso necesario en la dirección correcta, pero insuficiente, y se teme que lo recaudado se emplee para equilibrar las cuentas fiscales y no contra la pobreza y el cambio climático. Expertos pronostican fugas de capitales a países que no apliquen el tributo. Mientras, 58 organizaciones de la sociedad civil reclamaron al presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, que promueva la instauración del impuesto a nivel global.

El ITF europeo, cuyos principales promotores son Alemania y Francia, se diseñará sobre la base de la propuesta presentada en 2011 por la Comisión Europea: un gravamen mínimo de 0,1 por ciento a las transacciones de bonos y acciones y otro de 0,01 por ciento para las operaciones con derivados, informó el comisario de la Unión Europea (UE) a cargo de asuntos tributarios, Algirdas Šemeta.

Tras el acuerdo de los 11 de los 17 ministros de Finanzas de la Eurozona la semana pasada, Šemeta se comprometió a acelerar el trámite y a "extremar esfuerzos para entregar un proyecto" en noviembre, cuando se reúna el Consejo de Economía y Finanzas de la UE.

Los seis países que se oponen al impuesto, especialmente Gran Bretaña, pronosticaron que el ITF tendrá efectos negativos en los mercados financieros de la UE, y prefirieron no adelantar sus posiciones mientras desconozcan la propuesta concreta. Los detalles siguen sin resolverse. En principio, los ministros de Finanzas enmarcan el ITF en un paquete más amplio de medidas para frenar la especulación. Los 11 países que apoyaron el impuesto son Alemania, Austria, Bélgica, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Francia, Grecia, Italia y Portugal. Se prevé que otros países de la UE se sumen al proceso en breve.

El debate por un ITF global fue iniciado hace muchos años por organizaciones de la sociedad civil, que lo consideran una herramienta para financiar políticas de fomento al desarrollo, de defensa del ambiente, de lucha contra la pobreza y también para controlar e impedir los efectos desestabilizadores de la especulación financiera.

Pero ahora ciertos gobiernos, así como la Comisión Europea, conciben la iniciativa como una fuente de dinero para equilibrar las cuentas públicas diezmadas por la crisis iniciada en 2008. Sin embargo, con la creación del impuesto no se decidirá el destino de lo recaudado, que se resolverá cada vez que se apruebe el presupuesto de la UE.

La Red Europea sobre Deuda y Desarrollo (Eurodad), alianza de organizaciones no gubernamentales de 16 países, valoró a la Comisión Europea porque “discutió la propuesta de ITF", pero cuestionó al Consejo Europeo (órgano en el que participan los jefes de gobierno de la UE) por "ignorar deliberadamente la cuestión” y limitarse a declarar que el bloque “considera seriamente las propuestas innovadoras de financiación con gran potencial de recaudación".

Arnaud Zacharie, secretario general del no gubernamental Centro Nacional de Cooperación al Desarrollo de Bélgica (CNCD-11.11.11), prevé que la sociedad civil internacional continuará defendiendo la propuesta de ITF original, más ambiciosa que el proyecto debatido en la UE, tanto en su alcance como en sus objetivos.

"Se trata de es gravar todas las transacciones financieras internacionales del mundo" y "poner un grano de arena en las ruedas del sistema financiero internacional", con la finalidad de "controlarlo", si bien ese control exigirá "otras medidas de regulación bancaria y financiera", dijo Zacharie.

De todos modos, agregó el experto, la decisión de los ministros fue “necesaria”, pues “un acuerdo de toda la UE parece imposible, y uno de alcance mundial está bloqueado desde hace años. Este mecanismo de cooperación reforzada [de la UE] resulta necesario como primer paso, pero es insuficiente."

"Hablar de fuga de capitales es una fantasía alarmista”, sostuvo Zacharie. “De hecho, en todo el mundo existen impuestos a las operaciones financieras. Gran Bretaña esgrime el argumento de la fuga, pero en los últimos años ha gravado con 0,5 por ciento (cinco veces la propuesta de ITF europea) las operaciones de empresas nacionales en la Bolsa. El impuesto bursátil de Bélgica aumentó de 0,17 a 0,22 por ciento. En Brasil rige un impuesto de seis por ciento a los ingresos de capital desde que comenzó la crisis en 2008. Si crees que un gravamen de 0,1 por ciento en grandes países como Alemania o Francia desatará una la fuga de capitales, no entiendes nada del funcionamiento del sistema financiero internacional", explicó Zacharie.

El representante de CNCD-11.11.11 recordó que Alemania y Francia, los principales impulsores del ITF, no se han puesto de acuerdo aún sobre el destino de la recaudación. En ese sentido, Zacharie enfatizó que las organizaciones de la sociedad civil siempre concibieron el impuesto “como un medio para solventar desafíos globales, entre ellos el del cambio climático, pues el financiamiento de los organismos internacionales a cargo de estas tareas se limita al aporte de los estados miembros", dijo.

En España, la Campaña ITF Ya aplaudió la decisión de los 11 ministros europeos, pero advirtió que "el destino de la recaudación de este IVA de las finanzas tiene que ser decidido en un amplio debate ciudadano y no hacia la banca en quiebra".

Los 11 ministros de Finanzas europeos tomaron la decisión el mismo día en que 58 organizaciones de la sociedad civil de todo el planeta exigieron Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, que promueva el ITF. En una carta abierta, los grupos indicaron que, dadas "las restricciones presupuestarias que afrontan muchos países que son grandes donantes, existe una amplio consenso sobre la necesidad de nuevas fuentes de financiación."

Los grupos aplaudieron la decisión europea, y señalaron que los ingresos de ese ITF deberían utilizarse en campañas contra la pobreza. Pero, agregaron, "con la excepción de Francia", los países “no asumieron aún ninguna postura sobre la forma en que se asignarán los recursos. Su apoyo”, exhortaron a Kim, “puede ayudar a que una parte sustancial de esos ingresos se destine a satisfacer las necesidades de los más pobres del mundo, y no simplemente a cubrir déficits".

"Nuestras organizaciones participan en una creciente campaña internacional para promover una de las formas más prometedoras e innovadoras de financiamiento: pequeños impuestos a las transacciones de acciones, derivados, divisas y otros instrumentos financieros", añadieron los firmantes, entre los que figuran grandes sindicatos como la Confederación Sindical Internacional, Public Services International, AFL-CIO (Estados Unidos), National Union of Public and General Employees (Canadá), Trades Union Congress (Gran Bretaña), Comisiones Obreras (España), la Confederazione Generale Italiana del Lavoro, e IG Bauen-Agrar-Umwelt (Alemania); grupos ambientalistas como Amigos de la Tierra-Estados Unidos, Greenpeace y WWF Internacional, así como el Institute for Policy Studies-Global Economy Project (Estados Unidos), Oxfam Internacional y la Robin Hood Tax Campaign (Gran Bretaña).

Los firmantes pidieron a Kim que "sea un abanderado de métodos innovadores que permitan recaudar recursos suficientes para hacer frente a los problemas más apremiantes que sufren las personas más pobres y más vulnerables del mundo".

"Durante mucho tiempo hemos defendido el ITF como forma de generar ingresos para cubrir déficits nacionales e internacionales, desalentar la especulación financiera de corto plazo […], y financiar de modo predecible y sustentable” proyectos en materia de “salud, clima, desarrollo, educación y creación de empleo", añade la carta abierta.
En una reunión en la que participó Kim y 600 representantes de la sociedad civil de más de 50 países, realizada la semana pasada en Tokio en el marco de las conferencia semestral del Banco Mundial y el FMI, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo, dijo que "el sector financiero debe contribuir más".

Consultada por Saman Kelegama, del Instituto de Estudios Políticos de Sri Lanka, Lagarde dijo: "Once miembros de la Eurozona decidieron aprobar el ITF, en el que muchos de ustedes están interesados […]. Nosotros en el Fondo [...] respaldamos el principio de que el sector financiero debe contribuir más".

Fuentes (en inglés)
Eurostep : http://bit.ly/RFfeEu
CNCD-11.11.11 : http://bit.ly/RFfhjF
Eurodad: http://bit.ly/WFB67h
NUPGE: http://bit.ly/RIaeyI
Carta abierta al presidente del Banco Mundial: http://bit.ly/WttF4z
EUObserver: http://bit.ly/OLZL8e
Euronews: http://bit.ly/VaJVlX