Malasia: El año más largo

Malaysia Petroleum Resources Corp
(Foto: etp.pemandu.gov.my)

Malasia se encamina a la consecución de los ocho ODM, según datos oficiales, y el compromiso del gobierno se refleja en el Décimo Plan de Malasia (2011-2015). Pero el desarrollo del país hasta ahora se ha debido principalmente a una combinación de bajos salarios de los trabajadores, altos ingresos del petróleo, el aceite de palma y productos de caucho, e inversión extranjera directa en el sector manufacturero. Y aunque los objetivos declarados por el gobierno son reducir la delincuencia, luchar contra la corrupción, mejorar los resultados de los estudiantes; mejorar el nivel de vida de los hogares de bajos ingresos, mejorar la infraestructura rural básica, y mejorar el transporte público urbano, poco se ha hecho en relación con las desigualdades estructurales y sistémicas.

Aunque Malasia ha reducido la brecha de la pobreza rural-urbana, en 2009 los pobres rurales todavía representaban dos terceras partes de los hogares pobres y tiene, de hecho, la mayor desigualdad en el sudeste asiático. El Décimo Plan de Malasia admite que hay 2,4 millones de hogares vulnerables que constituyen el 40% de la población. Y el coeficiente de Gini (que mide sobre todo la desigualdad en los ingresos) en 2009 fue de 0,441, poco diferente de los anteriores veinte años.

La inadecuada capacidad financiera, tecnológica y de infraestructura de mercado y capital humano se han identificado como las razones por las que Malasia no puede competir económicamente en productos y servicios de mayor valor agregado. Al salir de la trampa de ingresos medios se pretendía alcanzar una meta de ingresos altos que se supone encarnan la última etapa de la trayectoria de desarrollo del país.

Malasia se vio afectada por la crisis económica en Estados Unidos y la Unión Europea debido a su dependencia de los mercados de exportación. En 2009, la economía contrajo 6,2% en el primer trimestre. La tasa media anual de crecimiento del PIB durante esa década fue del 4,6%. Algunos sectores estiman que las tasas de crecimiento en 2013 se situarán entre el 4,5% y el 5,5%, mientras que otros han proyectado una baja del 3,5%. Estas cifras se contrastan con las de los años de auge de las últimas décadas del siglo XX, cuando registró un crecimiento de hasta un 8% anual.

El gobierno de Malasia demoró en reaccionar ante la crisis financiera. El plan de estímulo buscaba supuestamente proteger y crear empleos, reducir la carga de la crisis sobre la población, ayudar al sector privado y crear capacidad para el futuro. Pero los críticos señalaron la falta de transparencia y el aparente uso de recursos para rescatar negocios de los amigos del gobierno, mientras es escaso el alivio del impacto de la crisis sobre los trabajadores de menores ingresos. Casi la mitad del estímulo se destinó al sector privado, en tanto solo el 17% fue para aliviar la carga de la población en general y apenas un 1,4% se destinó a los menos afortunados.

Ver más: Informe Social Watch 2013 de Malasia
http://www.socialwatch.org/es/node/15868