Italia: Un país en coma

Italia, en vez de ser un país patrocinador de los ODM, podría empezar a beneficiarse de ellos. Por desgracia, está muy lejos de contribuir a sus compromisos europeos. Aunque muchos de los proyectos de cooperación italiana se relacionan con el logro de los ODM, en particular los relativos a la educación, la seguridad alimentaria y la salud, no se han hecho informes oficiales para evaluar lo que se ha logrado con los mismos.

La crisis ha golpeado duramente en 2012. El país fue sometido al gobierno "técnico" de Mario Monti, ex asesor internacional de Goldman Sachs, quien aplicó políticas de austeridad similares a los programas de ajuste estructural impuestos por el FMI. Las condiciones de vida de una gran parte de la población se han visto afectadas, sobre todo las de los "trabajadores pobres", aproximadamente el 15% del total de ocupados. Ocho millones de italianos viven con menos de mil euros al mes.

Casi el 30% de la población residente en Italia corre el riesgo de pobreza o exclusión social. La desigualdad entre ricos y pobres se ha ampliado, con el 20% de los asalariados que reciben el 37,4% de los ingresos totales y el 20% de los más pobres que reciben sólo el 8%. El Banco de Italia, en su último estudio sobre sucesiones, revela que los diez italianos más ricos poseen tanto como los tres millones más pobres. En 12 meses, la proporción de italianos que no pueden permitirse una comida adecuada completa al menos cada dos días se ha duplicado, y actualmente alcanza al 12,3%.

En 2012 se perdieron cuatro millones de empleos y cerraron más de 100.000 empresas (25% más que en 2011). El aumento de la inseguridad y el trabajo no declarado ha afectado especialmente a los jóvenes.

En un contexto de fuerte y generalizada reducción del gasto público, el Ministerio de Defensa anotó un aumento en su presupuesto, veinticinco veces mayor que el de las políticas sociales, que pasa de 19.962 millones de euros en 2012 a 21.024 millones en 2015. Este crecimiento señala la voluntad del gobierno italiano de seguir el camino del "keynesianismo militar", a través del uso del gasto público en este sector para estimular el consumo interno y la inversión.

Fuente: Informe 2013 de Social Watch italiano (en inglés)
http://www.socialwatch.org/es/node/15884


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