El estado de la salud mundial

Foto: OMS/V. Martin

La Asamblea Mundial de la Salud es la máxima conferencia internacional en materia de políticas de salud pública. Es el ámbito donde se presentan y debaten las últimas tendencias y los planes de acción. Cada año reúne en Ginebra a ministros y otros altos funcionarios del sector, así como a organizaciones no gubernamentales.

La Asamblea de este año, que finalizó el 24 de mayo, contó con tres mil quinientos participantes y tuvo un número récord de temas debatidos y resoluciones adoptadas.

Un objetivo clave durante la Asamblea fue la “cobertura sanitaria universal”, que está siendo promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios gobiernos como una de las metas de la Agenda de Desarrollo post 2015 de las Naciones Unidas. Aunque no existe una definición precisa del término, se interpreta en el sentido de que todo el mundo debería tener acceso a un tratamiento médico y a otros servicios de salud. (Ver recuadro.) La incapacidad de pagar no debe ser impedimento para que alguien tenga cobertura dentro del sistema de salud, y las personas no deben quedar económicamente asfixiadas por pagar un tratamiento.

El concepto de cobertura sanitaria universal es trascendente, similar al de “salud para todos en el año 2000”, el lema que adoptó la OMS en la década de 1980. El “derecho a la salud” es uno de los derechos humanos reconocidos por las Naciones Unidas.

La cobertura sanitaria universal fue el centro del debate en la mesa redonda sobre la Agenda de Desarrollo post 2015 llevada a cabo en la Asamblea Mundial de la Salud. La directora general de la OMS, Margaret Chan, dijo que hay varias formas de financiar y lograr la cobertura sanitaria universal, y corresponde a cada país elegir su propio modelo. Su adopción sería un gran paso adelante hacia la equidad en el sistema de salud.

En una resolución sobre la salud en la Agenda de Desarrollo post 2015, la Asamblea propuso dar prioridad a los recién nacidos, las enfermedades no transmisibles, la salud mental, las enfermedades tropicales desatendidas y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relativos a la salud existentes. Asimismo, destacó la importancia de la cobertura sanitaria universal y la necesidad de fortalecer los sistemas de salud.

La Asamblea también aprobó una resolución sobre la resistencia a los antibióticos después de que numerosos delegados expresaran su preocupación ante la creciente resistencia de las bacterias a los medicamentos, lo cual ha dificultado el tratamiento de varias enfermedades.

La OMS publicó recientemente un informe que muestra el aumento de la prevalencia de la resistencia en numerosas enfermedades como la tuberculosis, la neumonía, la diarrea, la malaria, enfermedades de la piel y la gonorrea. Advirtió acerca de una era post antibióticos, donde los medicamentos ya no serán capaces de curar enfermedades infecciosas.

La resolución insta a los gobiernos a fortalecer el buen uso y gestión de los medicamentos, brindar apoyo a la investigación para extender la vida útil de los medicamentos existentes y desarrollar antibióticos y tecnologías de diagnóstico.

Se pidió a la OMS que elabore un proyecto de plan de acción mundial dentro de un año para combatir la resistencia a los antimicrobianos, que incluye el uso racional de los medicamentos, una mejor vigilancia y el descubrimiento de nuevos fármacos.

La Asamblea aprobó por primera vez un plan mundial para poner fin a la mortalidad prevenible de niños recién nacidos y mortinatos (fallecidos en el último trimestre de la gestación o durante el parto) en 2035. Además, exhortó a todos los países a que aspiren a tener menos de diez muertes de recién nacidos por cada mil nacidos vivos, y menos de diez neonatos muertos por cada mil nacimientos de aquí a 2035. Cada año, casi tres millones de niños mueren en el primer mes de vida y 2.6 millones de niños son mortinatos. Los objetivos del plan requerirán que cada país invierta en una atención de calidad de todas las mujeres embarazadas antes, durante y después del parto, y de los recién nacidos.

La Asamblea también aprobó la estrategia de la OMS para ayudar a los países a mejorar el acceso a los medicamentos esenciales. Algunos de los principios clave incluyen la selección de un número limitado de medicamentos sobre la base de la mejor evidencia disponible, la adquisición eficiente, precios asequibles, sistemas de distribución eficaces y su uso racional.

Por otra parte, se adoptó otra nueva estrategia mundial para la tuberculosis, con el objetivo de poner fin a la epidemia mundial de esta enfermedad, con metas para reducir las muertes en un noventa y cinco por ciento y de reducir los nuevos casos en un noventa por ciento de aquí a 2035. Y también se examinaron las enfermedades no transmisibles, incluidas las causadas por la forma de ingesta.

La difícil situación de la salud de los sectores pobres en los países de ingresos medios también fue uno de los temas abordados en la Asamblea. La directora general de la OMS destacó que el setenta por ciento de los pobres del mundo vive en países de ingresos medios y exhortó a la aplicación de políticas que aseguren la distribución equitativa de los beneficios.

Un evento paralelo de organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el área de la salud se centró en cómo los países de ingresos medios están quedando fuera de programas como el suministro de medicamentos gratuitos o la flexibilización de las normas de patentes para ayudar a los sectores pobres, ya que a menudo se destinan exclusivamente a los países de ingresos bajos.

Algunos países en desarrollo expresaron su frustración por la forma en que Estados Unidos los está castigando por tener leyes de patentes que priorizan el objetivo de que los medicamentos sean asequibles para todos.

La directora general de la OMS también criticó los acuerdos de libre comercio que permiten a las compañías tabacaleras impugnar medidas adoptadas por los gobiernos para frenar la venta de cigarrillos.

Martin Khor es fundador de TWN y director ejecutivo del Centro del Sur.