La "gobernanza" de Dilma depende del diálogo con la gente

Dilma Rousseff, presidenta reelecta de Brasil, "no tiene muchas más salidas" que acercarse a los movimientos sociales y a la población en el próxima mandato, sostiene el filósofo José Antonio Moroni, miembro del Directorio Colegiado del Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC). "O Dilma gobierna con el pueblo en la calle apoyándola y ella orientando la reforma que todo el mundo quiere o va a tener al pueblo contra ella", opina.

Para Moroni, su primer gobierno fue "extremadamente tecnócrata", con poca relación con la sociedad y cree que si Dilma repite la estrategia de la actual legislatura y deja su "gobernabilidad" en la relación con el Congreso, estará "perdida".

El filósofo José Antonio Moroni, miembro del Directorio Colegiado del Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC), entiende que Dilma Rousseff, presidenta reelecta por el PT, "no tiene muchas más salidas" que acercarse a los movimientos sociales y a la población en el próxima mandato. "O Dilma gobierna con el pueblo en la calle apoyándola y ella orientando la reforma que todo el mundo quiere o va a tener al pueblo contra ella", opina.

Para Moroni, su primer gobierno fue "extremadamente tecnócrata", con poca relación con la sociedad y cree que si Dilma repite la estrategia de la actual legislatura y deja su "gobernabilidad" en la relación con el Congreso, estará "perdida".

"Debe dar algunas señales pronto", afirma Moroni y considera que Dilma tiene que "decir mejor" como va a tratar temas como la reforma política, la criminalización de la homofobia y la demarcación de las tierras indígenas, una agenda ignorada durante la campaña. "Si no se ocupa de estos temas o los deja en segundo plano como lo hizo en su primer mandato, va a tener dificultades para gobernar", explica.

La reforma política, una de las prioridades establecidas por Dilma, no se puede hacer en el Congreso, en opinión del filósofo. Dilma ha manifestado su deseo de que se realice un plebiscito para tratar el tema, pero Moroni considera que, por la forma en que el parlamento es elegido, no tiene "ninguna condición" para dar forma a un cambio en el sistema de partidos. "El parlamento tiene 28 partidos políticos, no tiene internamente líderes que puedan hacer un proceso de negociación", afirma.

Sin embargo, Moroni cree que si Dilma "realmente" lo pone en la agenda y llama a la sociedad para discutir, como una forma de no ser "rehén de las instituciones", es posible lograr una reforma política.

Disputa feroz

Moroni entiende que la participación de las organizaciones y movimientos sociales y los grupos vinculados a otros partidos políticos, como el Partido Socialismo e Liberdade (Psol), fueron un factor decisivo en la reelección, que ganó por una diferencia de poco más de tres millones de votos. "Al final de la campaña lo que realmente hizo la diferencia fue la participación de esta militancia vinculada a estos grupos de izquierda de todo el Brasil", dice.

Además de un contexto diferente de las elecciones de 2010, Moroni evalúa que la diferencia no era más que una oposición entre el PT y el PSDB, en la segunda ronda. "Fue casi una elección del PT sobre algunos grupos y organizaciones políticas del resto. Contra los medios de comunicación, contra el mercado financiero".

Por lo tanto, el filósofo considera que aunque no es una victoria significativa en términos de la diferencia numérica, se produjo un importante triunfo desde el punto de vista político. "Esto demuestra que este proyecto de inclusión, para buscar una cierta igualdad, con todas las contradicciones presentes en él, tiene fuerza en la sociedad", afirma.

Fuente: INESC.


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