Iraq: ¿Quién paga el costo? N° 5

El 18 de mayo de 2003, la Asociación Iraquí Al-Amal, punto focal nacional de Social Watch, publicó un boletín sobre la guerra en Iraq que analiza el costo de la guerra para la población civil.

Boletín Semanal de Al-Amal – 18 de mayo de 2003

Brote de Cólera en Iraq

Existe enorme preocupación sobre una potencial epidemia de cólera en la segunda ciudad de Iraq, Basra, y otras regiones del sur. Ya se han confirmado varios casos de cólera en distintos hospitales, según informan la OMS y UNICEF, y, en algunos consultorios médicos, 80% de los pacientes sufren de algún tipo de infección causada por el agua.

El riesgo de epidemias provocadas por el agua sigue siendo alto debido a un pésimo saneamiento y a la falta de agua potable.

Estos dos factores son las causas principales de diarrea, deshidratación y desnutrición. Cientos de miles de toneladas de aguas servidas sin tratar se derraman en los ríos Tigris y Éufrates a diario. De ahí obtiene la mayoría de la población el agua potable. Los cortes de electricidad impiden el bombeo y, sin agua corriente, la población está utilizando agua sin tratar porque no pueden permitirse el lujo de hervirla debido al alto precio del combustible. Los cortes de energía también han detenido el bombeo de aguas servidas. Actualmente, estas aguas residuales se filtran por agujeros existentes en las cañerías, por lo que, cuando se restablezca la electricidad y el agua comience a fluir libremente, arrastrará bacterias potencialmente mortales.

Iraq en riesgo de hambruna

La agricultura está al borde del colapso. Se teme que gran parte de la población de 24,5 millones pasarán hambre este verano, según un informe confidencial que está siendo estudiado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Una evaluación especial preparada por el personal de la agencia en Roma revela que se está gestando una catástrofe, donde los cultivos y la producción avícola serán los más golpeados.

Debe solucionarse urgentemente una variedad de problemas de posguerra para garantizar que el 60% de la población iraquí reciba las raciones de alimentos fuertemente subsidiadas de las que han dependido por largo tiempo.

De vuelta en Bagdad

Después de cerca de 12 años de penurias, Al-Amal ha logrado establecer su base en Bagdad. Se ha alquilado un local pero aún falta adecuarlo y amueblarlo. El Comité de Dirección de Al-Amal tendrá pronto su primera sesión en Bagdad, para discutir el plan de acción del período que se avecina y para evaluar los logros alcanzados desde que comenzó la emergencia en febrero de 2003.

Evaluación de campo

Los equipos de expertos de Al-Amal continúan visitando emplazamientos en las regiones centrales del país. Recientemente, visitaron Karbalaa, Hilla y Diwaniyya e tienen intenciones de llegar hasta Basra en el sur. Los equipos están evaluando e investigando las necesidades básicas de la población, particularmente en las áreas rurales, centrándose en especial en las condiciones de salud y agua. En un futuro próximo Al-Amal producirá un informe evaluativo exhaustivo, que resumirá las conclusiones e identificará las necesidades reales de la población y presentará también una propuesta para las prioridades de acción.

El caos obstaculiza la ayuda humanitaria

La seguridad es por lejos la mayor preocupación de los iraquíes. Numerosos incidentes ocurren diariamente en la capital, que incluyen saqueos, robos, emboscadas, secuestros de autos, ataques físicos y asesinatos.

Las escuelas han reabierto pero la mayoría de los padres están preocupados por la seguridad de sus hijos.

Las ONG son objeto de ataques ya que evidentemente poseen dinero, valioso equipamiento y vehículos. Muchas agencias de ayuda humanitaria se han visto frustradas por no poder entrar en Iraq hasta que no se garantice su seguridad, y han acusado a las fuerzas de la coalición de no hacer lo suficiente para asegurar la seguridad de los trabajadores que intentan ayudar a la población.

Emergencia médica

Como muchas otras cosas en Iraq, el servicio de salud está empeorando. La emergencia que enfrentan los hospitales se debe en parte a los años de sanciones que ha sido exacerbada por la guerra. Fallas en la administración y el saqueo de medicinas también han jugado su parte.

Además de escasez de personal, los hospitales sufren una severa falta de medicamentos para tratar incluso las enfermedades relativamente sencillas. Más aún, cuando falla la electricidad, es poco lo que los médicos pueden hacer por sus pacientes.

Cerca de 300.000 niños en Bagdad corren riesgo de muerte por desnutrición severa. Esta cifra representa más del doble de la que existía antes que las fuerzas estadounidenses y británicas invadieran el país el pasado marzo, según UNICEF.

Las tasas de nutrición en Bagdad muestran que el 7,7% de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición aguda, en comparación con el 4% del año pasado.

Mientras tanto, en las calles de Bagdad, las montañas de basura hedionda se pudren bajo el calor, a veces ardiendo, cuando los vecinos tratan de quemarlas para reducir el riesgo sanitario.

Desarme

Las armas se han vuelto parte de la vida diaria en Iraq desde la caída de Saddam y, debido a que no existe un gobierno establecido para aplicar la ley, la población se está armando.

El país está plagado de armas acumuladas por el régimen de Saddam Hussein, como también de municiones sin explotar de la reciente guerra.

Los niños ponen en peligro sus vidas a diario al desmantelar las municiones abandonadas en búsqueda de cobre que pueden vender para comprar alimentos, según informan las agencias de ayuda.

Dominic Nutt de Christian Aid expresó que estos problemas son exacerbados por el actual  impasse entre ONU y la Coalición sobre quién debería dirigir el país.