Las ONG se apuntan un tanto en la lucha contra la pobreza en Cancún. Lanzamiento del informe de Social Watch en árabe

En este momento en que Estados Unidos, Japón y Alemania representan la mitad del PBI mundial, las perspectivas de eliminar la pobreza parecen poco probables. Pero las instituciones civiles y las organizaciones no gubernamentales, emergiendo de la victoria anotada con el colapso de las nuevas negociaciones sobre liberalización comercial durante la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio el pasado mes, sienten que han ganado argumentos.

“La abolición de la esclavitud en el siglo XIX era un sueño imposible que finalmente se convirtió en realidad,” dijo Roberto Bissio, coordinador de la red de Social Watch con sede en Uruguay. Las declaraciones de Bissio tuvieron lugar el pasado miércoles durante la conferencia de prensa que realizó el lanzamiento de la versión árabe del informe Social Watch 2003: Los Pobres y el Mercado. “la decisión de erradicar la pobreza es también una decisión política que enfrenta actitudes similares,” dijo Bissio.

La conferencia de prensa marcó la inauguración de la asamblea general de la red que se prolongará por cinco días. Social Watch y otras ONG han realizado reiterados llamamientos a los países desarrollados para reducir la brecha entre naciones ricas y pobres, quienes se rehusaron a ceder frente a las exigencias planteadas en la reunión de la OMC en la ciudad mexicana de Cancún.

“El colapso de las negociaciones de Cancún ha puesto de manifiesto los graves defectos en los procesos de decisión de la OMC que encubren los derechos de los países débiles,” expresó el activista Yao Graham en referencia a la quinta reunión ministerial. Pero agregó que los países en desarrollo se encuentran actualmente en un dilema que podría socavar la victoria política obtenida en Cancún. “Los Estados Unidos han manifestado que aumentarán el uso de acuerdos bilaterales y regionales,” debido al colapso de las negociaciones de Cancún.
“Existe el peligro de la fragmentación. A nivel nacional, ¿qué presiones enfrentarán los gobiernos?” se preguntó.

Adib Nemeh, quien participó en la elaboración de la versión árabe del informe 2003, manifestó que el mundo árabe, como parte del mundo en desarrollo, enfrenta presiones propias para abrir su economía a los inversores extranjeros. Citó ejemplos de diversos países árabes que llevan a cabo proyectos de privatización que no han mejorado sus servicios públicos, precisamente el tema del informe 2003. “El derecho a la educación, al agua y otros servicios públicos deberían formar parte de los acuerdos de la OMC,” dijo Nemeh. Y agregó que, en varios países árabes, la venta de los bienes del estado al sector privado se ha traducido frecuentemente en un aumento del desempleo, la creación de monopolios del sector privado y un incremento en el costo de los servicios públicos.