La madre de todas las reuniones de protesta apunta contra el Tío Sam

Author: 
Sanjay Jog

Leonor Briones, coordinadora de Social Watch Asia y profesora de la Universidad de Filipinas estaba más preocupada por la falta de participación de los pobres en general en el proceso de privatización. Señaló que los organismos multilaterales proponen activamente la privatización en curso con un mensaje: privatización o muerte. La experiencia global demostró que sólo unos pocos fueron los beneficiarios de la privatización tan debatida, afirmó.

MUMBAI, 17 ENERO: Es calificado como la madre de todos los foros antiglobalización.

Orador tras orador se explayaron acerca de los males de la privatización que imponen las organizaciones multilaterales, especialmente a los países menos desarrollados y subdesarrollados.

Los oradores también se mostraron preocupados por el crecimiento de la “globalización imperialista” que, aseguraron, condujo a la integración de cadenas de producción con grados progresivamente mayores de explotación. Los oradores de EEUU, Filipinas, Sudáfrica, Vietnam, Alemania, India y otros países concluyeron por unanimidad que los pobres han sido el grupo más afectado, atravesando todas las barreras entre los países.

Aunque la globalización sea la enemiga, numerosos participantes de Pakistán entonaron la tonada de la paz y gritaron eslóganes por la armonía de la región. Peoples Peace Alliance fue la más activa en este sentido. De manera similar, muchas organizaciones sociales y no gubernamentales guardaban la esperanza de que la renovada iniciativa de paz del Primer Ministro haría maravillas en los días venideros.

Curiosamente, diversas organizaciones se refirieron a la invasión de Irak por EEUU. Poco se dejó a la imaginación en el Foro Social Mundial. Una de las pancartas señalaba: “Fuera de Irak Tío Sam”.

La sede: el cónclave y la exposición Foro Social Mundial 2004, en Mumbai. El tema: “Los límites de la privatización”. La ocasión del encuentro coincide con una economía india pujante, y en particular el factor “estamos bien” es proyectado con fuerza por el gobierno encabezado por el BJP. La ocasión también es fundamental, especialmente cuando EEUU y la Unión Europea justifican enérgicamente los subsidios proporcionados a sus agricultores en particular, a la vez que imponen barreras no arancelarias a los países en desarrollo.

El Tío Sam fue el objetivo evidente de oradores y participantes que argumentaron que las políticas de privatización y liberalización dirigidas por EEUU a través de organismos multilaterales como el Banco Mundial y el FMI no sólo son dañinas sino también selectivas en su naturaleza. Los oradores no olvidaron señalar que los gobiernos federales de diversos países adoptaron el dictado del presidente de EEUU George Bush a favor del fomento de la privatización y del sector privado en la educación y la atención médica.

Los oradores aseguraron que el régimen de privatización ni siquiera omitió a la infraestructura social, incluidas la salud y la educación, lo cual agravaría aun más la situación de los pobres y los vulnerables.

Según Nancy Alexander, fundadora y directora de Citizens’ Network Essential Services, de EEUU, existe seis maneras en que el acuerdo general sobre el comercio de servicios de la Organización Mundial de Comercio pone en peligro el suministro universal de servicios esenciales.

No sólo son afectados la atención médica, la educación y el agua, sino también los procesos democráticos.

Alexander comentó que la liberalización de servicios representa graves peligros para la autonomía política, el desarrollo y la calidad y el acceso de los servicios, especialmente para los pobres. Opinó que las metas de desarrollo del milenio para reducir la pobreza para el 2015 no deben ser un pretexto para privatizar los servicios esenciales, especialmente si la privatización se produce sin el consentimiento de los ciudadanos y sus representantes electos.

Leonor Briones, coordinadora de Social Watch Asia y profesora de la Universidad de Filipinas estaba más preocupada por la falta de participación de los pobres en general en el proceso de privatización. Señaló que los organismos multilaterales proponen activamente la privatización en curso con un mensaje: privatización o muerte. La experiencia global demostró que sólo unos pocos fueron los beneficiarios de la privatización tan debatida, afirmó.

Los oradores recomendaron por unanimidad que los gobiernos deben darle transparencia al proceso de negociaciones. Los gobiernos deben colocar salvaguardias que les permitan medir los impactos sociales negativos producidos por la “liberalización, especificar un nivel desencadenante para aplicar las salvaguardias” y responder con acciones regulatorias y subsidios que podrían contradecir a la OMC.

Los oradores atacaron la intervención de las instituciones multilaterales y dijeron que la interferencia de estos habilita el desmantelamiento del estado regulador y del mecanismo de seguridad social determinado por el estado. Acentúa la explotación de la clase trabajadora y reduce su poder de negociación con respecto al capital, tanto multinacional como nacional.

La solidaridad internacional de la clase obrera debe recurrir a un paradigma alternativo que conduzca a un incremento progresivo en la igualdad entre los países, los derechos al desarrollo del pueblo, la democracia participativa y la negociación colectiva, resumieron con optimismo los oradores.

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