Red de protección social

Author: 
Felipe Rivas Villatoro

En el año 2000, la red internacional de sociedad civil “Social Watch” presentó su primera evaluación de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social 1995-2000. En esa ocasión recomendó “la creación de redes de protección social” con la participación de los diferentes sectores, cuya finalidad es contribuir a la erradicación de la pobreza.

Esta misma red desarrolló una nueva investigación en 2004 denominada “Pobreza y Sociedad Civil”, la cual insiste en la necesidad de aumentar la inversión social y crear una estrategia de combate de la pobreza con metas y compromisos claros. En ambos análisis se trasciende el enfoque asistencial para enfrentar con voluntad política una transformación productiva e incremento de la inversión, la cual debe redundar en un crecimiento sostenido, generación de empleo y competitividad.

Es necesario reducir los altos niveles de concentración del ingreso con medidas redistributivas, así como lograr las reformas fiscales pertinentes y eliminar la evasión y la corrupción como elementos dominantes en las prácticas gubernamentales de la región centroamericana.

Pero lo que se impone de verdad como indispensable es considerar planes integrales que rompan de manera definitiva el círculo de la pobreza.

Muchos estudios insisten en la importancia de incluir el lado humano a los modelos y las políticas económicas vigentes; y como dice el presidente de la República, don Tony Saca, poner lo social como la base de todo, lo que constituye un giro realmente significativo respecto a las administraciones anteriores. En esta perspectiva, el programa social de atención a las familias en extrema pobreza de El Salvador Red Solidaria debe considerarse como una iniciativa positiva e inicial, aunque insuficiente para una estrategia integral de combate a la pobreza. Por una parte, destaca la importancia de la generación de oportunidades para la población en extrema pobreza y por otra, evidencia el limitado impacto de las políticas económicas anteriores.

Sin embargo, el centro de un programa de erradicación de la pobreza debería concentrarse en generar crecimiento sostenido en el ámbito local, en las zonas más vulnerables y de exclusión social, así como lograr mayor inversión, aumento de la productividad, generación de empleo local y un sistema de protección social integral e integrador.

Lo último implica desarrollar redes sociales empoderadas y construir un tejido social organizado y consistente, el cual no ha sido mencionado en administraciones pasadas por temor.

La coordinación entre ministerios y dependencias del Ejecutivo y la integración de acciones entre los órganos del Estado no deben ser novedad, sino una obligación que debe realizarse; además, de la focalización de la inversión en zonas más pobres y con mayores desventajas sociales.

El aumento de la inversión social es un imperativo que demanda toda la sociedad, crear articulaciones sociales consistentes y dar protagonismo a los municipios y a la sociedad civil, estimular la inversión privada en estas áreas y realizar una buena contraloría social llegaría a ser una novedad si se concreta.

Los partidos políticos deberían demostrar mayor madurez y creatividad en el combate de la pobreza y en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La misión es un modelo y una política económica centrada en el desarrollo humano con productividad, equidad, sostenibilidad y participación, cuya prioridad sea combate de la pobreza, creación de empleo, integración y equidad de género.

Es imperativo eliminar el enfoque de compensación social, de poca cobertura y los criterios de mercado en la política social.