Social Watch responde a la declaración de la Cumbre del G8

(8 de junio) La declaración final del Grupo de los 8 (países más poderosos del mundo) reunidos en Alemania aprobada este viernes vuelve a dejar en evidencia su falta de voluntad política para concretar la ayuda al desarrollo que permita a los países más pobres, especialmente los de África, ofrecer a su población un nivel mínimo de bienestar. La declaración final presentó significativas diferencias con el borrador debatido y comentado por la prensa desde el comienzo de la Cumbre el 6 de junio. Entre ellas, el compromiso inicial de un aumento de 50 mil millones de dólares anuales en la ayuda al desarrollo se transformó en la redacción final en una mera expresión de intenciones sin metas concretas.

“La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos estima el incremento global de la ayuda oficial al desarrollo para 2010 en unos 50 mil millones de dólares anuales”, expresa el documento final.

En relación a África, uno de los temas centrales de la reunión, el G8 se propuso “continuar nuestros esfuerzos” para brindar 60 mil millones de dólares “proyectados” con el propósito lograr el acceso universal a atención médica del VIH/SIDA y fortalecer los sistemas de salud en el continente.

La fecha de entrega de esta ayuda no está clara, pues el documento solo se refiere a “los años venideros”. Sin embargo, el borrador de la declaración mencionaba concretamente 2013 como la meta.

La conclusión que se desprende de estas cifras es que, en términos generales, los países del G8 deberían entregar el doble de lo aportado en 2006 para cumplir cabalmente el compromiso de destinar 0,7% de su ingreso nacional bruto a la asistencia oficial al desarrollo.

De esos 60 mil millones de dólares para África, Estados Unidos aportaría la mitad. Aún haciendo a un lado el hecho de que 15 mil millones de esos 30 mil millones ya fueron comprometidos en Gleneagles en 2005, el aporte total de Estados Unidos a la ayuda al desarrollo es de 22 mil millones de dólares. Si agregara esos 30 mil millones, todavía estaría lejos de honrar el compromiso del 0,7% de su ingreso, equivalente a 93 mil millones de dólares.

Mientras tanto, en julio de 2006 el gobierno de George Bush llevaba gastados 336 mil millones de dólares en la guerra “contra el terror” y en marzo de 2007 solicitó otros 300 mil millones para el periodo 2007-2009.

La declaración de intenciones resulta insuficiente, aunque el primer párrafo del documento reconoce que sin un “ímpetu vigoroso” no se alcanzarán los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) acordados en 2000 por los líderes del mundo.

El Índice de Capacidades Básicas de Social Watch ha comprobado que, al actual ritmo de progreso, el acceso a un conjunto mínimo de servicios sociales recién se alcanzaría en África Subsahariana en 2108, casi un siglo después de 2015, la fecha propuesta como meta por los ODM.

El último día de la cumbre los miembros del G8 mantuvieron una reunión especial con cinco mandatarios africanos (Egipto, Argelia, Nigeria, Senegal y Ghana). Sin embargo, el borrador de la declaración final estaba listo una hora antes del encuentro.