Mozambique

El Gobierno ha demostrado no sólo su impotencia para combatir la pobreza y las desigualdades sociales, sino también su incapacidad para presentar un plan convincente que mejore la vida de los ciudadanos. Los beneficios del crecimiento económico no han llegado a quienes más los necesitan en tanto los pobres siguen empobreciéndose más y más. El modelo aplicado es claramente insustentable y el Gobierno no está preparado para administrar los recursos naturales ni su concesión y explotación en beneficio de la ciudadanía. Pese a algunos avances en el campo de la corrupción, ésta sigue siendo uno de los principales problemas que se interponen entre los mozambiqueños y el bienestar.
Las exportaciones y, probablemente, también la industria turística del país se verán reducidas a consecuencia de la crisis mundial. La seguridad alimentaria y el desarrollo rural peligran por falta de inversiones directas y por el incentivo a los cultivos que sirven de materia prima a los biocombustibles. El gobierno del Frelimo no mantiene un diálogo constante y participativo con los ciudadanos, lo que vuelve casi imposible que, a corto o mediano plazo, se alcancen progresos en lo relativo a desarrollo humano. El fortalecimiento de la democracia y una administración pública más transparente y justa siguen figurando entre los principales desafíos.

Se presentó el Informe Social Watch 2005 “Rugidos y murmullos. Género y pobreza: más promesas que acciones” en ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos organizado por Liga Moçambicana de Direitos Humanos, el 9 de diciembre de 2005.

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