José Antônio Moroni

Tanto en los países del Sur como en los del Norte, los partidos parecen agotar sus energías en las disputas electorales que les permitan ocupar los espacios de poder. En muchos casos estos espacios son luego utilizados para perpetuar formas oligárquicas de gobierno, en las que el nepotismo, la corrupción y los personalismos muestran toda su fuerza. En este escenario, las organizaciones de la sociedad civil aparecen como las únicas capaces de impulsar cambios políticos reales, que trasciendan lo electoral y enseñen y permitan a la gente no alcanzar sino a “ser” el poder.
Syndicate content