Afganistán

Informe 2016

Challenging Local Context for Implementing the 2030 Agenda

Afghanistan endorsed the Millennium Declaration and accompanying eight Millennium Development Goals (MDGs) only in March 2004 and added an additional goal to enhance security in order to recognize the critical role of peace and security in achieving the other MDGs. However, having lost over two decades to war, the country has had to modify the global timetable and benchmarks to fit local realities; therefore, 2020 was set for achieving its MDGs instead of 2015. The discrepancy between global and local timetables has created confusion and creates the risk of diverting the focus away from the 2030 Agenda for Sustainable Development. The Afghan Government published the final report on its progress in achieving the MDGs in 2015. Because its findings - if challenged by independent watchdogs and shadow reports of the civil society - can be used as the baseline for the Sustainable Development Goals (SDGs), this report will look at the status of each of the MDGs in Afghanistan, and consider the implications for implementing the 2030 Agenda.

BCI & GEI 2011
noticias

Más de un tercio de la población de Afganistán (más de nueve millones de personas) no satisface sus necesidades básicas, y muchos más son altamente vulnerables a caer en la pobreza debido a la continuación del conflicto y la fuerte dependencia de la agricultura y de la ayuda internacional, a lo que se suma la falta de políticas claras favorables a los pobres.

El informe de Afganistán de la sociedad civil confirma que el país "ha recibido una cantidad sin precedentes de ayuda internacional para el desarrollo en los últimos catorce años". Este enorme flujo de ayuda "ha beneficiado al país pero también ha ocasionado problemas: corrupción, sistemas de administración fragmentados y paralelos, pobre eficacia de la ayuda y ha debilitado la gobernabilidad".

La participación de las mujeres en el Parlamento nacional (27%) es muy superior a la media mundial del 21,8 por ciento. Pero las normas culturales de género y las largas distancias que deben realizarse a pie para llegar a la escuela en las zonas rurales aún impiden a muchas niñas el acceso a la educación y la violencia contra las mujeres sigue siendo un desafío de enormes proporciones.

(Foto: Social Watch Afganistán)

En setiembre de 2000, Afganistán no pudo participar en la formulación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) debido al conflicto bélico y recién aprobó la Declaración del Milenio y los ODM en marzo de 2004. Sin embargo, después de dos décadas de guerra se ha tenido que modificar el calendario. El resto de la comunidad internacional definió que se deben alcanzar para el año 2015, frente a una línea de base de 1990, mientras que Afganistán los fijó para 2020, con una línea de base de 2002-2005. A pesar de la extrema pobreza, el hambre y las enfermedades, los afganos señalan a la inseguridad como su mayor problema, por lo que el gobierno ha añadido este nuevo objetivo.

La Constitución afgana ha adoptado el derecho a la educación gratuita para todos los ciudadanos en las instituciones estatales hasta la licenciatura. La inscripción estudiantil ha aumentado ocho veces en los últimos nueve años, pasando de menos de un millón en 2001 a más de 7,3 millones en 2010. Más de 12.500 escuelas de enseñanza general e islámica están funcionando en todo el país y para atender a la inscripción de nuevos estudiantes se han creado más de 200.000 nuevos cargos docentes y de apoyo.

Reunión de la Iniciativa de
Jóvenes Líderes Afganos en
Kabul. (Foto: Asia Society)

La cumbre de la OTAN que se celebrará este mes en Chicago “es inusual” porque “no asignará más recursos a su misión en Afganistán, pero considerará como abandonar los combates tras una década de guerra cada vez más impopular”, evaluó la Iniciativa de Jóvenes Líderes Afganos en una declaración emitida la semana pasada.

Fuente: CCPA

El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, prorrogó por tres años más la misión militar de su país en Afganistán, sin aval parlamentario. No lo necesitaba, según él, porque se trataba de “una simple misión técnica o de entrenamiento”. Pero las primeras muertes de soldados canadienses en el país de Asia central, en 2002, ocurrieron cuando cuatro “entrenadores” atrajeron el “fuego amigo” de un caza F-16 estadounidense, recordaron los expertos Michael Byers y Stewart Webb en un informe publicado por el Centro Canadiense para Políticas Alternativas, punto focal de Social Watch, y el Instituto Rideau.