SOMALIA

Sin defensas contra la crisis mundial

Ali Mahamoud Osoble
Organización de Actividades para el Desarrollo de la Comunidad Somalí
(anfitrión del Secretariado de la Coalición SW Somalia)

La situación calamitosa de este país destrozado por la guerra se está agravando debido a la crisis sistémica mundial. Con los medios de producción, las finanzas y la prestación de servicios básicos en manos de unos pocos, el costo de vida se ha disparado. La devaluación monetaria ha venido acompañada de hiperinflación y un aumento en el precio de los alimentos; la energía es inasequible y limita la prestación de servicios como la educación, la salud y el saneamiento. Además, la degradación ambiental reduce la disponibilidad de agua, el pastoreo y la biodiversidad y, en consecuencia, afecta negativamente el sustento de las personas.

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Somalia es el único país de África, si no del mundo, en donde las autoridades centrales son incapaces de brindar incluso los servicios públicos básicos, ya sea en el área de la salud, la educación, el saneamiento o la seguridad. Durante dos décadas la nación sufrió una guerra de clanes conducida por los “señores de la guerra” de Mogadiscio, cuyas milicias se dedicaron a matar principalmente a civiles inocentes y desarmados. En 2006 fueron derrotados por la Unión de Tribunales Islámicos, conformada por islamistas que habían usado una red de tribunales de los clanes como plataforma política. Sin embargo, se sucedieron nuevos enfrentamientos entre los islamistas y otras fuerzas apoyadas por Etiopía antes de que ese país retirara sus tropas en enero de 2009 y el jeque islamista moderado Sharif Sheikh Ahmed asumiera como nuevo presidente. A pesar de la presencia de una misión de paz de la Unión Africana, se siguen produciendo conflictos causados por las luchas de poder entre grupos políticos y religiosos y enfrentamientos entre los clanes por los recursos1.

La guerra civil arruinó al país y afectó a su población económica, social, cultural y políticamente. En ausencia de un gobierno central eficaz, el sector comercial ahora brinda muchos servicios a un costo alto. En Somalia, la crisis mundial también está afectando la seguridad alimentaria, la energía, el agua y el clima, profundizando la inseguridad y la inestabilidad. Como en el resto del Cuerno de África, la escasez de alimentos ha empeorado por el aumento de los precios de las materias primas, los conflictos y la piratería (al restringir el movimiento de las personas y los bienes) y ha puesto en peligro las operaciones de ayuda. El aumento de los costos del combustible, la disminución de la producción agrícola y los impactos climáticos son también causa de la suba de precios de los alimentos.

Crisis alimentaria

La ganadería ha sido tradicionalmente el sector más importante de generación de ingresos en Somalia, mientras que la agricultura produce cultivos comerciales o de consumo básico que incluyen sorgo, maíz, porotos, sésamo y diversas frutas como bananas y sandías. Sin embargo, muchos agricultores han perdido activos productivos, como ganado y equipos de riego debido a la invasión de las milicias o porque fueron expulsados de sus granjas. Además, la producción agrícola ha estado disminuyendo a consecuencia de las sequías y las bajas precipitaciones en la mayor parte del país.

Al mismo tiempo, han aumentado los costos del transporte marítimo para bienes importados debido a las acciones hostiles de piratas somalíes que se dedican a secuestrar barcos. Los precios de los productos básicos, incluyendo los alimentos, subieron entre 200% y 400% en muchos mercados urbanos en los seis primeros meses de 20082. Los efectos de la baja en la producción de cereales, junto con la inseguridad general, han deteriorado el nivel de vida de la mayoría de la población. Debido a la crisis humanitaria, en 2008, más de 3,2 millones de somalíes (es decir, más del 40% de la población) se volvieron totalmente dependientes de la ayuda alimentaria y los servicios de emergencia brindados por las agencias internacionales. Estas agencias, sin embargo, enfrentan dificultades extremas al tratar de ingresar los alimentos al país; la tarea se ve obstaculizada por la violencia que desplazó internamente a un millón de somalíes en sólo 18 meses (de abril de 2007 a septiembre de 2008).

Hasta 70% de la población rural del sur del país está en riesgo debido a la escasez de alimentos. Aproximadamente 36% de los niños sufre insuficiencia ponderal y uno de cada seis sufre de desnutrición grave. Actualmente se estima que el número de niños desnutridos a escala nacional es 200.000, de los cuales 60.000 están severamente desnutridos y podrían morir si no se dispone del tratamiento adecuado. En 2008, UNICEF comenzó a suministrar alimentación suplementaria a 44.000 niños de menos de cinco años a lo largo del corredor de 30 kilómetros entre Mogadiscio y Afgoye y en las zonas central y sur del país3.

Inflación vertiginosa

Al no haber banco central, todo el dinero que circula en el mercado fue impreso antes de que el gobierno colapsara o está siendo producido por comerciantes vinculados a las autoridades locales o a ex jefes militares; así, la inflación se ha vuelto fuera de control. En 1991 el tipo de cambio por un dólar americano era de 2.000 chelines; en 2009 es de 35.000 chelines. Comerciantes deshonestos han llevado la inflación a su nivel más alto durante 18 años caóticos, rechazando aceptar las distintas denominaciones del chelín somalí y sólo tomando dólares americanos. Los manifestantes en Mogadiscio denunciaron a los comerciantes diciendo: “tenemos nuestro propio dinero; si lo rechazan entonces no tenemos ningún modo de vivir”4.

Crisis del agua
 
Las zonas norte y central de Somalia padecen grave escasez de agua. Incluso capitales provinciales importantes como Hargeisa, Dusamareb y Garowe enfrentan esta situación. El sur del país es generalmente más verde porque los ríos Shabelle y Juba lo recorren desde las tierras altas etíopes. Sin embargo, esta zona también se torna semiárida cuando las sequías afectan estos cauces de agua. Según Sidow Ibrahim Addou, de la Red de Sistemas de Advertencia Temprana sobre Hambrunas, financiada por USAID, la escasez de agua en la región Gedo significa la desaparición de prácticamente toda la pradera5.

En la región noreste, donde la mayoría de la población depende de la cría de animales y donde no hay ningún río, los cambios ambientales – sobre todo La Niña, que baja las temperaturas superficiales del océano, lo que causa menores precipitaciones – han producido enormes pérdidas de ganado. En 2007, por ejemplo, las personas abandonaron zonas como el pueblo Hamure, 280 kilómetros al este de Bosasso, debido a la escasez de agua. Allí se han secado los pozos y nadie mantiene las perforaciones, una situación que empeorada por la carencia de un gobierno central que funcione y la debilidad de las autoridades regionales. En tanto la tierra se vuelve cada vez más seca y las precipitaciones disminuyen por debajo del promedio de 250 milímetros por año, la evaporación potencial escala por encima de los 2.000 milímetros anuales.

En Somalilandia, que comprende los territorios del noroeste, la crisis del agua es aún peor. Pueblos enteros están siendo abandonados al reducirse, en vez de reponerse, las fuentes de agua debido al cambio climático adverso.

Crisis de la salud

El movimiento de las poblaciones desde las áreas afectadas por la sequía a los campos para personas desplazadas internamente (PDI) aumenta el riesgo de epidemias como el cólera, diarrea y otras enfermedades trasmitidas por el agua y el contagio de polio6. La carencia de una infraestructura de salud básica en funcionamiento para responder adecuadamente a estas emergencias empeora la grave situación de los afectados, sobre todo las mujeres, los niños y las personas ancianas.

Se estima que la tasa de mortalidad infantil es de 156 por cada 1.000 nacidos vivos, un aumento de los registros previos de la ONU de 132 por cada 1.000. La tasa de mortalidad materna también ha aumentado de 1.400 por cada 100.000 nacidos vivos (según registros previos de UNICEF) a 1.600 por cada 100.000. El SIDA, la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades siguen cobrando un gran número de víctimas.

Refugiados y desplazados

Más de 60.000 somalíes cruzaron la frontera con Kenia, sólo en enero de 2009, y se estima que los campos Dhadhab en el noreste de Kenia albergan a 230.000 refugiados. Aproximadamente 850.000 huyeron de la violencia en Mogadiscio en 2007-2008, mientras que 400.000 PDI, que antes se encontraban en los campos para PDI de Mogadiscio, escaparon a las afueras de la ciudad buscando seguridad. Otras 50.000 personas fueron desplazadas a consecuencia de la disputa fronteriza de 2008 entre Somalilandia y Puntlandia; esas personas permanecen en campos en Etiopía, Somalilandia y Puntlandia.

Lamentablemente, la ayuda brindada por ONG internacionales y locales se ve dificultada por la inseguridad aparentemente interminable, sobre todo en las regiones sur y central. Dos miembros del personal del Programa Mundial de Alimentos Somalia fueron deliberadamente agredidos y asesinados en enero de 2009, mientras que en 2008 murieron 34 trabajadores de los programas de ayuda; otros trabajadores fueron secuestrados y permanecen en cautiverio. Continúa habiendo cortes de rutas en lugares estratégicos para secuestrar provisiones y piratería contra buques que transportan ayuda humanitaria.

Crisis del combustible

Somalia es un importador de combustible neto. Por lo tanto, cualquier fluctuación en los precios del petróleo afecta directamente al país. El precio del combustible casi se triplicó en el lapso de dos semanas a fines de 2007 y principios de 2008 de USD 0,40 por litro a USD 1,10. En algunos casos, el costo del transporte se ha cuadruplicado, dejando a muchas personas aisladas. Otros bienes como los productos alimenticios importados y los medicamentos y servicios como educación y salud también se han visto afectados. En un país donde la electricidad se produce mayormente por generadores diesel, los aumentos de los precios del petróleo han afectado a las compañías generadoras. El costo extra se transfirió a los sectores que más necesitan la electricidad, y la población soporta la carga de la crisis.

La falta de un gobierno que funcione centralmente o de relaciones bilaterales con países productores de energía ha impedido que la población somalí compre petróleo más barato proveniente de países de Medio Oriente o energía eléctrica de países en el Cuerno de África como Uganda y Etiopía que tienen mayor potencial de producción hidroeléctrica.

Crisis ambiental

La deforestación es una de las causas principales de las bajas precipitaciones y la sequía que, a su vez, producen hambrunas. Se talan los árboles, se ralean los bosques y las ramas y los troncos se queman para la producción de carbón de leña, que en su mayor parte se exporta a los países del Golfo, siendo Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos los compradores principales7. Se estima que los barcos llevan al extranjero el equivalente en carbón de leña de un promedio de 10.000 árboles. Este comercio del “oro negro” de Somalia provoca un desastre ambiental. En tanto los comerciantes demandan cada vez más carbón, la pérdida de árboles conduce a la escasez de agua, bajas precipitaciones y muy alta evaporación.

Lamentablemente, después de las sequías a menudo vienen inundaciones devastadoras de los ríos que fluyen de las tierras altas etíopes. Esto se ha vuelto un ciclo recurrente.

Recomendaciones

Los grupos de la sociedad civil, desde organizaciones comunitarias a foros nacionales, demandan que se aborden las causas de los desastres. Es necesario que los ministerios y autoridades del Gobierno tomen cartas en el asunto para combatir la deforestación. Las acciones en contra de los abusos ambientales limitarán sus efectos adversos sobre las precipitaciones, la capacidad de los suelos para conservar el agua, el clima local, el hábitat para especies animales y la biodiversidad en general.

1 Food Security Analysis Unit – Somalia (2009). “2008/09 Post-Deyr Analysis”. Technical Series Report, 17. Disponible en: <www.fsausomali.org/fileadmin/uploads/1481.pdf>.

2 Ibid.

3 UNICEF. “UNICEF feeds 44,000 children in Somalia.” Centro de Prensa, Nairobi, Kenia, 14 de mayo de 2008. Disponible en: <www.unicef.org/infobycountry/media_43930.html>.

4Abdinur, M.H. “Somalis rally against rising food prices, inflation.” Agencia France Presse (AFP), 6 de mayo de 2008.

5 Integrated Regional Information Networks (2006). “Somalia: Severe food and water crisis in Gedo”. Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, 5 de abril. Disponible en:  <www.irinnews.org/Report.aspx?ReportId=58667>.

6 Organización Mundial de la Salud. “Drought Worsens Health Crisis in Somalia.” Nairobi: WHO, 31 March 2006. Disponible en: <www.emro.who.int/somalia/pdf/PressRelease_31March06.pdf>.

7 Mohamed, A.E. (2001). “Somalia’s Degrading Environment: Causes and Effects of Deforestation and Hazardous Waste Dumping in Somalia”. Ensayo preparado para un curso de doctorado sobre Análisis y Gerenciamiento de Sistemas Ambientales. KTH, Suecia. Disponible en: <www.mbali.info/doc331.htm>.