Somalia

Estado de Gal-Mudug, Somalia.
(Foto : IRIN)

Es muy poco probable que Somalia logre alguno de los ODM para 2015, a pesar del Programa de Desarrollo y Reconstrucción -favorable a los pobres- y al apoyo de la comunidad internacional. Casi el 66% de la población vive en la pobreza extrema, un tercio de la misma está afectada por la peor hambruna en 60 años, el conflicto armado continúa en muchas zonas del país y el sistema de ayuda internacional no es capaz de satisfacer las necesidades básicas: 3,8 millones de personas todavía necesitan ayuda de emergencia. Con la elección de un presidente reformista a finales de 2012, ¿el país será capaz de superar estos retos y de mejorar los medios de vida de las personas?

Somalia participó en la elaboración de la Declaración del Milenio en 2000 durante el Gobierno Nacional de Transición, el primero de la posguerra civil. La formación de las instituciones federales de transición en 2004 fue vista como una oportunidad única para lograr la paz y la seguridad, promover la gobernanza y el Estado de derecho, comenzar la recuperación, la reconstrucción y el desarrollo socio-económico sostenible y cumplir los ODM.

Despite the vision of the Somali Reconstruction and Development Programme (RDP), a pro-poor instrument and support from the international community, Somalia is unlikely to meet most, if not all, of the Millennium Development Goals (MDGs) by 2015. Almost 66% of the population is living in severe poverty. Moreover, with another food crisis looming on the horizon, Somalia will not be able to recover from the worst famine in 60 years, one that affected over one-third of its population in 2011. Armed conflict continues in many areas of the country and the international aid system is unable to meet basic needs: again 857,000 are now in need of emergency aid. Ambitious plans of governments are always thwarted by fierce armed insurgency, and the aid agencies strive to mitigate the impacts as the disasters come and go. Somalia is amongst the largest aid recipients in the world. But why progress is not made towards the MDGs? Why the country is unable to break the vicious cycle of crisis?
Las últimas instituciones nacionales del país colapsaron en enero de 1991 cuando el difunto presidente Siyad Barre huyó de la capital. Desde entonces la lucha entre facciones y la formación de feudos y mini-estados han reemplazado al Gobierno unificado. En la actualidad coexisten al menos cinco autoridades y varios grupos luchan por una causa u otra. La inestabilidad y la inseguridad han empujado aún más al país hacia la pobreza a pesar de su baja densidad de población y de sus significativos recursos naturales. Hay mucho por hacer para restaurar la estabilidad y el Estado, y volver posible un desarrollo eficaz.
Por ser uno de los países menos adelantados del mundo, Somalia depende de la asistencia internacional. Sin embargo, la ayuda es escasa e insuficiente debido a la crisis económica mundial y la poca disposición de los donantes de enfrentarse a los grupos armados de la región, así como a las autoridades nacionales. Los recursos conseguidos por medio de la piratería son casi tan importantes como los que provienen de la Comisión Europea. En una sociedad sin igualdad de género como la de Somalia, es la mujer quien sufre los peores efectos de la guerra y la pobreza.
La situación calamitosa de este país destrozado por la guerra se está agravando debido a la crisis sistémica mundial. Con los medios de producción, las finanzas y la prestación de servicios básicos en manos de unos pocos, el costo de vida se ha disparado. La devaluación monetaria ha venido acompañada de hiperinflación y un aumento en el precio de los alimentos; la energía es inasequible y limita la prestación de servicios como la educación, la salud y el saneamiento. Además, la degradación ambiental reduce la disponibilidad de agua, el pastoreo y la biodiversidad y, en consecuencia, afecta negativamente el sustento de las personas.
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