Serbia

Familia en Blazevo, Novi Pazar,
Serbia. (Foto: PNUD)

La falta de visión o compromiso, y las estrategias de desarrollo integral a largo plazo, hacen que sea difícil contrarrestar el impacto negativo de la crisis económica mundial en Serbia y establecer una base sólida para el crecimiento económico, que incluya el aumento de puestos de trabajo y medios de vida. En este contexto, y con instituciones democráticas débiles, no es probable que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se cumplan antes de 2015. Es necesario, entonces, cambiar el actual modelo de desarrollo económico neoliberal por uno centrado en el logro del desarrollo humano para todos.

La última fase de la transición serbia a una economía de mercado que se inició en 2001 no tuvo la clara visión de lograr la prosperidad económica y mejorar los medios de vida para todos, sino que se centró en las personas con mayor poder económico y político. Debido al alto grado de corrupción, la falta de una política económica y social eficaz, y de una visión a largo plazo y estrategias multisectoriales, Serbia no puede contrarrestar las consecuencias de la crisis económica y establecer una base sólida para el crecimiento económico, que aumente el empleo, los salarios y los medios y la calidad de vida.

Serbia’s lack of any long-term vision or commitment as well as any comprehensive development strategies, make it difficult to counter the negative impact of the global economic crisis and establish a solid basis for economic growth, including increased jobs and livelihoods. In this context, with weak democratic institutions and lacking the rule of law, that the MDGs are unlikely to be achieved by 2015. There is thus a strong need to change the current neoliberal economic development paradigm to one that will focus on achieving human development for all.
Los graves problemas medioambientales del país constituyen desafíos clave para el desarrollo sustentable y la reducción de la pobreza. En los últimos años se ha puesto en marcha un nuevo marco jurídico y político para la gestión medioambiental, pero su efectiva implementación continúa comportando una seria preocupación. Ha sido adoptada una Estrategia Nacional de Desarrollo Sustentable, pero alcanzar los objetivos exige que Serbia invierta más en la protección del medio ambiente. El éxito para abordar los desafíos clave en esta área depende de desarrollar capacidades para la implementación, el monitoreo y aumentar la concienciación y obtener apoyo político para la gestión medioambiental.
Los serbios afrontan una inseguridad económica y social cada vez mayor debido a la falta de empleo decente, al aumento del desempleo, los elevados niveles de corrupción y un estado de derecho deficiente. El flujo de la inversión extranjera directa se ha enlentecido como resultado de la crisis financiera mundial y la economía se torna aún más frágil e inestable. Las medidas para combatir la crisis se basan en la solicitud de nuevos préstamos a las instituciones financieras internacionales y en recortar el gasto público en educación, salud y pensiones – con el consiguiente peligro de que haya cada vez más personas pobres.
La indecisión del Gobierno y la falta de una estrategia y visión claras para responder a los efectos negativos de la crisis fomenta el pesimismo y descontento entre la población, que exige acciones – no sólo palabras – para combatir la corrupción y el delito y establecer el estado de derecho. La situación económica se deteriora y pone en peligro los derechos económicos y sociales de la ciudadanía. Los ingresos del Gobierno disminuyeron debido a la privatización en gran escala iniciada en 2003. Presionados por el FMI y el descontento público, los políticos redactan proyectos que son desechados casi de inmediato.
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