Visible deterioro

Susana Aldana
Decidamos, Campaña por la Expresión Ciudadana

Las condiciones socioeconómicas de la población han desmejorado notoriamente en los últimos años. El crecimiento económico ha estado muy por debajo de las metas oficiales para el año 2000, mientras aumentó la pobreza y creció la desocupación.

Durante la década de los 90 el crecimiento promedio estuvo en torno al 2,4%.[1] En el lapso 1995-2000, el PBI creció a una tasa promedio del 1,7%, que comparada con la cifra de crecimiento poblacional del 2,6% en el período mencionado, indica un decrecimiento del PBI per cápita de un 0,9% en promedio.[2]

La desocupación aumentó de un 14,3% en 1997/98 a un 17,6% en 1999.[3] Mientras en 1999 la tasa de desempleo abierto urbano alcanzaba al 6,8% de la población, en el 2000 llegó al 9,2%. Por otra parte, según estimaciones realizadas hasta el mes de agosto del 2000, la tasa de subempleo, que en 1999 llegaba al 17,6%, alcanzó al 19,1%.

La pobreza en Paraguay

En el período 1998-99, se incrementó la pobreza total en 1,6% y se observó un proceso de expansión de la pobreza, en el sentido de su aumento cuantitativo. Este proceso expansivo es más dinámico en la categoría de los pobres no extremos (con ingresos mayores a los USD 42,6 por persona por mes), que en los pobres extremos (con ingresos inferiores a los USD 22 por persona por mes).[4]

Evolución de la pobreza (%)

Area

1994

1995

1996

1997-98

1999

Urbana

 

 

 

 

 

Pobres extremos

7,8

6,8

4,9

7,3

6,1

Pobres no extremos

19,1

16,9

16,3

15,9

20,6

Total

26,9

23,7

21,2

23,1

26,7

Rural

 

 

 

 

 

Pobres extremos

s/d

21,4

s/d

28,9

26,5

Pobres no extremos

s/d

15,8

s/d

13,7

15,4

Total

 

37,2

 

42,5

41,9

En todo el País

 

 

 

 

 

Pobres extremos

s/d

13,9

s/d

17,3

15,5

Pobres no extremos

s/d

16,4

s/d

14,8

18,2

Total

 

30,3

 

32,1

33,7

Fuente: Pobreza y distribución del ingreso. Dirección General de Encuestas, Estadísticas y Censos (DGEEC). Asunción, septiembre 2000.

El aumento de la pobreza urbana está asociado con una mayor concentración de población en asentamientos espontáneos, ubicados en zonas inundables de la Gran Asunción y, en menor medida, en las áreas adyacentes a los cauces de los arroyos en zonas circundantes de la ciudad. Esos sitios se han convertido en un punto estratégico de integración segregada a la ciudad, cuya característica clave es la precariedad ambiental y física de la vivienda.

En el medio rural, uno de los factores que inciden en el aumento de la pobreza es el grado de concentración de la tierra. A este respecto, Paraguay posee uno de los índices más altos del mundo: el 60% de la población con menos tierra posee el 6,6% del total, en tanto que el 10% de la población con más tierra posee el 66.4% del total de tierras.

Otra posible explicación a la expansión de la pobreza se relaciona con la concentración en la distribución de los ingresos. En efecto, el 40% de la población más pobre recibe el 10% del total de ingresos generados en el país, en tanto que el 10% más rico absorbe el 40% de los ingresos totales.[5]

Acceso desigual a servicios

Del 20% más pobre el 11,2% accede al servicio de agua corriente, a la tenencia de corriente eléctrica 69,0%, al servicio telefónico fijo o móvil 1,2%, a la tenencia de WC de red pública 0,3%, y a la disposición de basura vía recolección pública 3,2%.[6]

Del 20% más rico, el 55,5% tiene servicio de agua corriente, el 96,6% tiene acceso a la energía eléctrica, el 58,1% tiene acceso al servicio telefónico fijo o móvil, el 21,6% a la tenencia de WC de red pública, y el 57,0% a la disposición de basura vía recolección pública.

Dentro del 20% más pobre el promedio de años de estudio es de 4,4 y no sabe leer ni escribir un 18,7%. En el caso del 20% más rico un 3,6% no sabe leer ni escribir y los años promedio de estudio alcanzan a 9,4. Mientras que en el 20% más pobre sólo el 1,4% accede al seguro médico público o privado, el 46,5% del sector más rico tiene seguro médico.

Servicio de la deuda externa: 76% de las exportaciones

El compromiso del Estado sobre los pagos de la deuda externa ubica al país en una posición sensible ante los gastos sociales. La precariedad de la situación pública se ve agravada por la necesidad de no caer en retrasos en la amortización del capital e intereses, con el fin de mantener la línea de créditos.

En el año 2000 hubo un aumento del 159% respecto del pago efectuado en similar concepto en julio de 1999. En 1999 Paraguay destinó el 76,1% (USD 563,5 millones) del ingreso por exportaciones al pago de la deuda externa, lo que demuestra que el país ya no está en condiciones de contratar nuevos préstamos. Entre 1997 y 1998 se destinaba el 18,8% por ese concepto.

Costo de la deuda externa (en millones de USD)

AÑO

Deuda externa

Servicio de  la deuda

Ingreso por exportaciones

Pago de deuda como % de las exportaciones

1995

1.405,5

201,5

919,3

21,9

1996

1.398,2

209,8

1.043,4

20,1

1997

1.443,8

214,7

1.142,7

18,8

1998

1.596,7

190,1

1.014,1

18,8

1999

2.106,6

563,5

740,7

76,1

Fuente: Banco Central del Paraguay (BCP). En Diario Ultima Hora, Asunción, 13 de julio de 2000, p. 14.

Los datos demuestran que el Estado aumentó su endeudamiento, y que es cada vez más dependiente del crédito externo, ante las dificultades de recaudación derivadas de la situación de estancamiento económico. De no corregirse esta situación, se corren serios riesgos de un colapso fiscal.

El gasto público en servicios sociales básicos

El gobierno central destina alrededor del 8,2% del total de ingresos para gastos sociales.[7]

El gasto promedio anual en servicios sociales básicos (SSB) para los años 1995-1998 fue de poco más de 400 mil millones de guaraníes, alrededor de USD 46 por persona. En términos de la magnitud relativa de ese gasto, los SSB representan, en promedio para el período, un 2,2% del PBI, un 27,8% de los gastos sociales del gobierno central, y un 12,3% del gasto total del gobierno.

La educación básica absorbe el 79,1% del gasto total en SSB (USD 33 per cápita en 1996); la salud primaria lleva un 18,8% (USD 8 per cápita en 1996); y el 2,1% restante cubre erogaciones de agua potable y saneamiento básico (USD 1 per cápita en 1996).

El 44% del total de los gastos sociales del gobierno central se dirige a la cobertura de salarios de funcionarios, mientras que sólo el 21,3% se invierte en áreas sociales.

1,2 millones sin servicios de salud

En Paraguay existe una baja cobertura de los servicios de salud[8], que se distribuye de acuerdo a los siguientes porcentajes: 32% por el Ministerio de Salud, 8% por la sanidad militar y policial, 17% por el Instituto de Previsión Social (IPS), y 1% por otros servicios públicos. La cobertura de los servicios privados alcanza a un 15% de la población. Esto demuestra que un 27% de la población, poco más de 1,2 millones de personas, carecen de cobertura.

La población más desfavorecida económicamente, que habita en zonas rurales o en las regiones más deprimidas (norte y este), es la que tiene menor acceso a los servicios públicos de salud. La situación se ilustra si se toma como señal de acceso a los servicios no formales el porcentaje de personas que en 1998 consultaron con un curandero o en una farmacia, como se detalla a continuación: un 27% de la población rural realizó este tipo de consultas, frente a cerca de un 10% en el área urbana. En la región norte lo hizo un 31%, y un 27% de la zona este, frente a cerca de un 5% en las zonas central y sur. Un 40% en las familias del decil de menores ingresos, frente a un 5% en el decil de mayores ingresos; y un 30% de la población pobre, frente a un 13% entre los no pobres.

Gastos en agua y saneamiento básico

Según la Encuesta Integrada de Hogares 1997-1998, sólo un 46,7% de los hogares del país recibía agua potable, ya sea por parte de las empresas del Estado (36,1%), o de redes privadas (10,6%). El análisis del acceso muestra importantes desigualdades, pues la cobertura de los servicios de agua potable es muy reducida para la población rural, las regiones norte y este, que es la de menores ingresos, y en general, la más pobre.[9]

Notas:

[1] Entrevista a Enrique Ganuza, economista jefe para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Diario La Nación. Asunción, domingo 4 de marzo de 2001, p. 23.

[2] Muy por debajo de la meta inicial de crecimiento del PBI para el año 2000, del 3,5% al 4%, el Banco Central del Paraguay cerró el año con un estimativo preliminar de crecimiento económico de entre el 1% y el 1,5%.

[3] Datos de la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos (DGEEC).

[4] Síntesis del articulo de Nicolás Morinigo. “La Pobreza en Paraguay”. En Derechos humanos en Paraguay 2000. Asunción: CODEHUPY, pp. 251-259.

[5] DGEEC. Pobreza y distribución del ingreso, 2000. Datos obtenidos en septiembre de 1999.

[6] Ibid.

[7] Gladis Venegas y Pablo Sauma. Iniciativa 20/20. El gasto público en servicios sociales. Asunción: Sistema de Naciones Unidas. Octubre, 2000.

[8] Encuesta Integrada de Hogares (EIH), 1997-1998, DGEEC.

[9] Ibid.