Privatización, conflicto y descontento

Prof. Kim Jin Soo
Citizens' Coalition for Economic Justice (CCEJ)

La privatización en Corea ha generado un debate intenso e inspirado numerosas movilizaciones ciudadanas. El gobierno insiste que la privatización fortalecerá la competitividad industrial y resolverá los defectos de los monopolios, pero los sindicatos, la sociedad civil y los intelectuales sostienen que agotará la riqueza nacional mediante las ventas al exterior, degradará los servicios públicos y profundizará la desigualdad social. Dado que no existen precedentes de privatizaciones y de procesos de reestructura que hayan tenido éxito sin haber concitado el consenso social, el gobierno debería seguir el consejo de los grupos cívicos en lugar de mantener su rumbo actual.

El11 de noviembre de 2002, el Ministro de Presupuesto y Planeamiento, JangSeung-woo, dijo que la Filial del Sudeste que se separó de la Corporación deEnergía Eléctrica de Corea (KEPCO) se vendería dentro del plazo de un año.También se venderían las dos filiales de la Corporación del Gas de Corea yalgunas acciones en el mismo lapso, y la Corporación de Calefacción Distritalde Corea se pasaría a propiedad privada a través de una licitación pública yabierta. Asimismo, las filiales de 12 empresas públicas más están sometidas auna reorganización. De esta manera, y según lo previsto, la privatización delas empresas públicas se acelerará en 2003.

Entreel mercado y la nación

Históricamente,el gobierno ha dirigido el desarrollo económico coreano sobre la base de laestrategia del “desarrollo primero”. El gobierno no sólo desempeñó unpapel importante en la distribución, sino que también se convirtió endefensor de la industrialización al establecer corporaciones llamadas chaebol,o grupo de empresas especializadas con una administración relacionada entre sí.A fines de los años 80 los chaeboldominaban la economía de Corea y eran responsables de la expansión de lacapacidad exportadora del país. Por ejemplo, en 1987 los ingresos de los cuatromayores chaebol representaron USD80.700 millones, una cifra equivalente a dos tercios del PNB total de Seúl. Losprincipales 10 chaebol representabanel 40% de todo el crédito bancario del país, el 30% del valor agregado de lasindustrias manufactureras y aproximadamente el 66% del valor de todas lasexportaciones de Corea en 1987.

LaCompañía Pohang de Acero y Hierro (POSCO) es un ejemplo del antiguo modelocoreano. Fundada como una empresa estatal, se convirtió en una de las mayorescompañías siderúrgicas, no sólo en Corea, sino también en todo el mundo.Sin embargo, luego de la crisis económica de fines de 1997, debido a lasmedidas de reestructura y reforma económica, la privatización se convirtió enuna política de Estado. Las acciones mayoritarias –en manos del Estado– degrandes empresas como POSCO y Telecom Corea se vendieron rápidamente.

Aunquetradicionalmente se consideraba que las industrias en red, como los trenes y laelectricidad, estaban más allá de la competencia debido a su volumen económicoy a la necesidad de una integración eficaz del sistema, las autoridadesimpulsaron aun más la privatización, siguiendo modelos como los de Inglaterra,Nueva Zelandia, Japón y California. Asimismo, la preocupación del gobierno porla evaluación internacional ha acelerado el proceso.

ShinKook-hwan, Ministro de Comercio, Industria y Energía, ha declarado que “Siaplazamos la privatización, el crédito nacional de nuestra economía seconvertirá en un problema. A menos que la reestructuración siga según loplaneado, la calificación soberana descenderá y causará una pérdida a laeconomía nacional por billones de dólares.”

Elgobierno insiste que la privatización fortalecerá la competitividad industrialy resolverá los defectos de los monopolios, pero los sindicatos, la sociedadcivil y los intelectuales sostienen que agotará la riqueza nacional mediantelas ventas al exterior, degradará los servicios públicos, profundizará ladesigualdad e incrementará el arreglo de precios por parte de empresarios cuyoúnico interés es el lucro (como el caso de la generación de energía eléctricaen California).[1]

Enoctubre de 2001, los sindicatos de trabajadores de las empresas de transporte,energía y gas, junto con organizaciones sociales fundaron el Comité PanNacional contra la Privatización y la Venta al Extranjero de las Industrias BásicasNacionales. Los conflictos entre el gobierno y la sociedad civil con respecto ala privatización aumentaron. Luego de una reunión sindical celebrada el 24 defebrero de 2002, en la cual participaron más de 20 mil sindicalistas –yaunque la ley coreana prohíbe la huelga de los empleados de servicios públicos–los sindicatos de trenes, el gas y la energía eléctrica se declararon enhuelga. Una vez que los sectores ferroviario y del gas alcanzaran un acuerdo, elsindicato de energía eléctrica –el sector donde la privatización seprocesaba más rápidamente– sostuvo una huelga durante 35 días con laparticipación de 5.300 trabajadores (95% del total).

Estahuelga demostró que el consenso sobre la privatización aún no se ha logradoen Corea y que, por el contrario, el descontento sobre el plan de privatizaciónaplicado ha aumentado.

Lostrenes y la energía: la competitividad versus la inseguridad laboral

Elgobierno sostiene que la privatización es absolutamente necesaria parafortalecer la competitividad de la industria ferroviaria. Sin embargo, lossindicatos de trabajadores son contrarios a la misma porque la función deservicio público perderá fuerza, ya que las líneas que no generen gananciasserán clausuradas y las tarifas subirán rápidamente. Unos 7.300 empleados, ensu mayoría en puestos de bajo nivel, fueron despedidos en el sector ferroviariodespués de 1998. Por consiguiente, la intensidad del trabajo realizado por lostrabajadores ferroviarios aumentó considerablemente y el turno de 24 horas seha vuelto algo cotidiano. En 2001 murieron 34 trabajadores ferroviarios enaccidentes industriales. La proporción de trabajadores del sector que murieronen este tipo de accidentes es del 8,1%, cuatro veces más que la cifracorrespondiente a los trabajadores en general. Los sindicalistas equiparan laprivatización con una mayor reducción de empleados y mayor inseguridadlaboral.

Enla industria generadora de energía, el gobierno planea vender a KEPCO, unmonopolio vertical, a la industria privada, separando la generación, latransmisión y la distribución de la energía, y dividiendo la generación deenergía en cinco partes. La distribución también se dividirá y un sistemanuevo (que el gobierno califica de “competitivo”) será incorporado. Sinembargo, este plan enfrenta la oposición de personas de todos los ámbitos dela vida preocupadas por la inseguridad del suministro de energía y el monto delas tarifas. Durante la huelga de los trabajadores del sector de energía,personas de la sociedad civil, los sectores de la educación y la religión, eintelectuales de ciencia política y sociología, plantearon interrogantesacerca de la arbitrariedad del gobierno y destacaron la falta de acuerdo públicoacerca de la privatización. Incluso los cargos inferiores de la administraciónde la empresa energética divulgaron una declaración que criticaba al gobierno.

ElDr. Park Tae-joo, integrante del Instituto de Economía Industrial y Comercio deCorea, señaló una alternativa a la privatización, al proponer una coaliciónde propiedad pública y privada dentro de un sistema competitivo. Tomó comoejemplo el modelo energético nórdico, por el cual la generación y ladistribución de energía están separadas y las empresas estatales y privadascompiten entre sí. El Dr. Park cree que este es un modelo ideal para Coreaporque la seguridad del suministro de energía y la autoadministracióncomercial están vinculadas orgánicamente entre sí.

Saludpública, escasez absoluta

Luegode la crisis económica de 1997, la ideología y la tendencia de la privatizacióngeneralizada hicieron que el sistema sanitario público incorporara una filosofíaempresarial e hiciera hincapié en la eficacia por encima del servicio. Lasinstituciones de salud pública fueron puestas en manos privadas.

Hansurgido problemas causados por la reducción en el número de instituciones desalud pública y por la ideología de convertirlas en empresas competitivas,tales como la disminución de los servicios médicos para la clase másvulnerable y el incremento en los tratamientos caros centrados en los serviciosque proporcionan buenas ganancias. De hecho, aproximadamente 90% de lasinstituciones públicas de salud médica son financiadas por fondos privados. Elsistema privado de servicios médicos y un sistema de salud pública débilrevelan las debilidades de la política del gobierno.

Lasinstituciones de salud pública padecen escasez de materiales y la mayoría sonadministradas por empresas públicas o por comisiones civiles. Debido a lareestructura de las instituciones de salud pública, que ahora comprenden sóloal 16,7% de las instituciones médicas del país, el sistema de salud públicase ha debilitado. El gobierno implementó la reestructura en dos ocasiones: enjunio de 1998 y en junio de 2001, y cerró 164 centros de salud pública. Porconsiguiente, la relación entre camas de hospital y pacientes disminuyó.

Trasuna reciente huelga médica, no sólo el gobierno sino también grupos civiles yespecialistas en salud y medicina cobraron conciencia de la necesidad deexpandir el sistema de salud pública. Sin embargo, parece que a corto plazoexpandir y mejorar las instituciones de salud pública será muy difícil.

Terrenoinsostenible

Laeconomía coreana se recuperó admirablemente desde la crisis de 1997, pero esarecuperación tuvo efectos secundarios, como la profundización de lasdiferencias entre ricos y pobres, el mayor número de trabajadores de tiempoparcial y el incremento de la deuda nacional debido al gasto de fondos públicospara superar las dificultades económicas. Aunque uno de los resultados máspromovidos por la recuperación económica es el fuerte descenso de la tasa dedesempleo (en mayo de 2002, la tasa representaba 2,9%, frente al 3% y 4% de2001), la proporción de trabajadores de tiempo parcial aumentó 51,5% (mientrasel número de trabajadores permanentes aumentó 48,5%). De los trabajadores detiempo parcial, los trabajadores eventuales representan el 34,3% y losjornaleros el 17,1%. La patronal con frecuencia obliga a los trabajadores aaceptar puestos de tiempo parcial. El descenso de la tasa de desempleo aparentauna mayor estabilidad laboral, pero la realidad revela que ahora los empleos sonconsiderados menos seguros.

Estainestabilidad laboral es terreno insostenible para todo proceso de privatización,y especialmente para el plan vigente de privatización mediante ventas rápidas.Las encuestas muestran que este problema preocupa a un gran porcentaje de lapoblación coreana. Dado que no existen precedentes de privatizaciones yprocesos de reestructura que hayan tenido éxito sin haber concitado el consensosocial, el gobierno debería seguir el consejo de los grupos cívicos en lugarde mantener su rumbo actual.

Notas:

[1] California experimentó en 2001 una grave escasez de energía a raíz de la desregulación del mercado energético del estado en 1996. La desregulación impidió que las empresas trasladaran el incremento de los precios de la electricidad mayorista a los consumidores.

 

El autor es miembro del Comité de Bienestar Social del CCEJ e integra el Departamento de Bienestar Social de la Universidad de Kangnam.