Perú: Una muestra de “falta de escrúpulos” y “egocentrismo” presidencial
Published on Tue, 2011-06-21 10:26
Fuente: Agenda Global La instalación en Lima de un monumento que remeda al Cristo Redentor de Río de Janeiro, en las últimas semanas de Alan García al frente del gobierno, es otro ejemplo de “uso y abuso del poder para hacer negocios”, “falta de escrúpulos” y el “egocentrismo” de algunas figuras que han pasado por la presidencia de Perú, y que los lleva a “poner su nombre en lugares públicos o hacer cualquier locura para pasar a la historia”, escribió en su más reciente columna para Agenda Global el sociólogo y abogado peruano Héctor Béjar. A continuación, la columna de Béjar, profesor universitario de Políticas Sociales y Políticas Públicas y fundador de la coalición peruana de Social Watch. El último regalito del señor García El presidente que se nos va, presa de un súbito arranque piadoso, hará colocar una imitación del Cristo Redentor del Corcovado que él llama Cristo del Pacífico encima del Morro Solar de Chorrillos. El Morro Solar fue sede de la cultura Armatambo y es territorio arqueológico. En el Morro Solar estuvo la base artillera Mártir Olaya al mando del coronel Armando Panizo en 1881. Allí murieron los últimos cien combatientes que defendieron Chorrillos antes que fuese incendiado casa por casa por la tropa chilena; antes que los bomberos italianos y peruanos fuesen fusilados por apagar los incendios. En las batallas de San Juan y Chorrillos entregaron sus vidas diez mil chilenos y peruanos, según Jorge Basadre. Durante el gobierno de Fujimori el alcalde Hugo Valdivia Melgar vendió esos terrenos arqueológicos e históricos, por lo que fue condenado a seis años de prisión luego de una denuncia del ex alcalde Pablo Gutiérrez. Otra compañía insistió después en construir mirando al exclusivo y excluyente Club Regatas, que ocupa una playa pública después de haber levantado un Muro de la Vergüenza (según el extinto Pablo) y a cuyos socios no les gusta ser molestados. Muy cerca están el Observatorio Astronómico de Lima y el Planetario con sus respectivos telescopios. Los juegos de luces que se planea, afectarán al Planetario inutilizando sus instalaciones mantenidas por asociaciones cívicas. El señor Wilbert Bendezú, subsecretario general del partido aprista, ha expresado su complacencia con el gesto presidencial. El señor Juan Luis Cipriani ha dicho que es una agradable sorpresa. El ministro de Cultura, Juan Ossio, ha revelado que los estudios y el proyecto fueron hechos en secreto en su Ministerio. Se ha dicho que la idea es de la Asociación Odebrecht Perú para el Desarrollo Sostenible que donó en abril 833,437 dólares a la Presidencia del Consejo de Ministros. La constructora del multimillonario pernambucano de origen luterano alemán Emilio Odebrecht hizo su dinero a la sombra de la dictadura brasileña. No deja de ser irónico que en esta iniciativa se unan los empleados de un empresario luterano (y por tanto enemigo de la religiosidad expresada en imágenes) con el usufructuario de un partido político que surgió de la masonería a partir de la oposición al Corazón de Jesús. Se ha hecho varias preguntas: ¿A qué diseño arquitectónico y urbanístico responde la instalación? ¿Conviene convertir una imagen que debe ser objeto de respeto en una frívola atracción turística de utilería iluminada por colorinches a lo Miami para que sea visitada por turistas ingenuos igual que las fuentes de agua del señor Castañeda? ¿No tiene el Grupo Odebrecht asesores que le aconsejen no vincularse con un personaje de salida y tan polémico, por decir lo menos, como el actual presidente peruano? ¿El Cristo del Morro Solar va a proteger a los limeños o a los socios del Club Regatas, amigos del señor García? ¿Mirará al inmenso mar o a La Punta, dando la espalda a Villa El Salvador? El Cristo Redentor de Río mira a la bahía de Guanabara abrazando a toda la ciudad, no hay nada detrás de él. El Morro Solar está lejos de ser como el Corcovado, no domina toda la ciudad sino apenas la Playa de la Herradura. ¿Se ha pensado que Chorrillos ha padecido intensos terremotos que han traído abajo varias veces la ciudad y qué pasaría si, por desgracia, se produjese un sismo de grado 7 ó 10 como se anuncia y que ojalá nunca se produzca? El uso y abuso del poder para hacer negocios, la falta de escrúpulos, el egocentrismo, la creencia en que los ciudadanos y ciudadanas somos débiles mentales, la insistencia en poner su nombre en lugares públicos o hacer cualquier locura para pasar a la historia es un estilo que debemos abandonar si queremos construir una democracia de verdad. Ahora que parecen abrirse nuevos tiempos no está de más señalar que necesitamos políticos honestos que sepan que están a nuestro servicio. Una vez que rindan cuentas, la era de los Fujimori, Castañeda, García y otros similares debe pasar a una historia que es mejor olvidar.
» |