Estado de Bahrein reitera promesas incumplidas ante Consejo de DDHH de la ONU

Nabeel Rajab. (Foto: Avaaz)

El régimen de Bahrein aceptó 145 recomendaciones de las 176 presentadas por otros Estados ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, así como otras 13 de forma parcial. Eso fue posible por el esfuerzo constante de la sociedad civil nacional e internacional en la en la sesión del órgano aún en curso en Ginebra. Defensores de los derechos humanos urgieron, sin embargo, a establecer mecanismos para asegurar el cumplimiento de las promesas.

La adopción de las recomendaciones significa que el gobierno de ese país del Golfo admite haber cometido abusos contra ciudadanos, líderes políticos y activistas, en la evaluación del Observatorio de los Derechos Humanos de Bahrein.

El Observatorio aplaudió a los Estados y organizaciones de todo el mundo que apoyaron “las demandas del pueblo de Bahrein” por “libertad, justicia social y democracia”, y consideró que la comunidad internacional y la sociedad civil deberán mantener la presión para que el régimen cumpla los compromisos asumidos.

El órgano de la ONU confirmó “la preocupación de la comunidad internacional acerca de los enormes abusos del gobierno”, según el Observatorio, el cual, sin embargo, advirtió que la aplicación de las recomendaciones requerirá de “un cronograma” y de “supervisión internacional”.

El informe presentado ante el Consejo por la Red de ONG Árabes para el Desarrollo (ANND), la Asociación de Bahrein por la Transparencia (BTA) y la Sociedad de Bahrein por los Derechos Humanos (BHRS) toma nota de numerosas violaciones cometidos por las autoridades, en especial contra los derechos a las condiciones de vida adecuadas, al trabajo, a la educación y a la salud, desde que comenzó el actual ciclo de revueltas pacíficas por la democratización del país el 14 de febrero de 2011.

“La demanda por la igualdad y la no discriminación están en el centro de las protestas, junto a otras por reformas institucionales, políticas, económicas y sociales para reducir la inequidad y alcanzar mejores condiciones económicas y sociales para todos”, agrega el informe.

A pesar de las promesas pronunciadas en mayo por los representantes del régimen ante el propio Consejo, “el movimiento civil por el cambio se ha enfrentado con un uso excesivo de la fuerza y la violencia”, al tiempo que “las violaciones de los derechos económicos y sociales han sido utilizados como instrumentos de opresión contra quienes exigen reformas”, señala el documento.

“Las demandas ciudadanas reflejan profundas desigualdades sociales y deficiencias del gobierno en materia política, económica y social, que incluyen actos de corrupción y nepotismo”, advierte.

La muerte de 80 personas desde febrero de 2011, entre muchos otros hechos, demuestra “que el Gobierno sigue negando a diario la mayoría de los derechos fundamentales” y que utiliza su poder “para atacar y controlar a la población, no para protegerla, lo cual causa desconfianza y temor”, declaró la activista tunecina Souhayr Belhassen, presidenta de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH).

El Centro por los Derechos Humanos de Bahrein (BCHR) estimó la cantidad de presos políticos en 3.000, mientras diversas organizaciones de la sociedad civil continúan tomando nota de torturas y maltrato en las cárceles.

“Es preciso recordarle a la comunidad internacional que defensores de derechos humanos, como Nabeel Rajab y Abdulhadi Al Khawaja, siguen aún hoy en prisión por el solo hecho de haber ejercido su libertad de expresión y de reunión”, agregó Belhassen en vísperas de la reunión del Consejo en que se examinó la situación de Bahrein el miércoles pasado.

Para elaborar su informe, la FIDH examinó las declaraciones y acciones del régimen, así como consultó a la sociedad civil local, en particular al BCHR y la BHRS, las dos organizaciones que integran la Federación, y visitó el país.

La FIDH también firmó un llamado para poner fin a la persecución de los defensores de los derechos humanos en Bahrein. La declaración cuenta con el apoyo, además, de organizaciones del país y de todo el mundo como la Asociación de de la Prensa de Bahrein, la Asociación por la Rehabilitación y la No Violencia en Bahrein, la Sociedad de Jóvenes de Bahrein por los Derechos Humanos, la Alianza Mundial para la Participación Ciudadana (CIVICUS) , Front Line Defenders, el Centro del Golfo por los Derechos Humanos (GCHR), International Media Support, el Khiam Rehabilitation Centre y No Peace Without Justice.

La declaración insta “a la comunidad internacional a exigir la liberación incondicional de los defensores de los derechos humanos, blogueros, opositores pacíficos y de todos los presos por ejercer su libertad de expresión y de reunión”, así como a asegurarse de que los activistas que han participado en la sesión en Ginebra “no sufran represalias”.

Las organizaciones destacaron los casos de los activistas encarcelados Nabeel Rajab, Zainab Al-Khawaja, Abdulhadi Al-Khawaja y Abdul Jalil-Al-Singace, y agregaron que muchas otras personas “de todas las clases sociales, incluyendo periodistas, médicos, profesores, abogados y deportistas han sido detenidos, torturados, amenazados y perseguidos por hablar sobre violaciones de derechos humanos”.

Nabeel Rajab, secretario general adjunto de la FIDH, presidente del BCHR y ex presidente de la GCHR, fue condenado el 16 de agosto a tres años de prisión, acusado de por convocar reuniones pacíficas a las que el gobierno considera “ilegales”. Su familia ha denunciado que sufre malos tratos en la cárcel, donde se encuentra incomunicado.

Zainab Al-Khawaja fue detenida el 2 de agosto por reclamar públicamente la libertad de su padre, Abdulhadi Al-Khawaja, rompiendo una foto del rey en una comisaría. En este último arresto, el quinto desde abril, le fracturaron una pierna. Está acusada de 13 delitos.

El Tribunal Superior de Apelaciones en lo Penal confirmó el 4 de septiembre la condena a cadena perpetua de Abdulhadi Al-Khawaja y Abdul-Jalil Al-Singace, en un caso por el que también son acusados 13 activistas que aseguran haber confesado bajo tortura. Los originalmente condenados por un tribunal militar en junio de 2011 a penas de entre dos años y cadena perpetua por delitos como “crear grupos terroristas para derrocar al rey y cambiar la constitución” eran 21.

En el mismo caso, el bloguero Ali Abdulemam fue condenado en ausencia a 15 años de prisión, y se desconoce su paradero.

Más información
Informe de la FIDH (en inglés): http://bit.ly/TfiHiB
Examen Periódico Universal (sitio del Consejo, en inglés): http://bit.ly/c4ZWnK
UPR Watch: http://bit.ly/RH0GbP

Fuentes
FIDH: http://bit.ly/S1Z1Yi
Presentación de la ANND: http://bit.ly/SaqJSE
Observatorio de Derechos Humanos de Bahrein