El extractivismo colonial es la raíz de la asimetría de poder en Kenia

Desde Kenia, la red ciudadana SODNET informa que "la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres sigue socavando la confianza en las instituciones de gobernanza democrática de la economía y, junto con ella, el imperativo de la cohesión social como condición para el desarrollo sostenible".

Edward Oyugi, J. Ocholla y Mwaura Kaara informan que "Kenia todavía vive con desasosiego un pasado colonial y su legado de desarrollo desigual. Una aguda asimetría de relaciones de poder perdura, ya que el sistema colonial se retiró con una estrategia que no resultó en una transformación sistémica de las sociedades coloniales. "El país fue estructurado económicamente por primera vez por la Asociación Británica de África Oriental, principalmente en torno a sus intereses económicos extractivos. La luchaba por "la descolonización quería que todos los sectores de la sociedad keniata prosperasen buscando un desarrollo social equilibrado", pero “las semillas de la desigualdad y la trayectoria del desarrollo desigual permanecieron intactas” y “las disparidades experimentaron una rápida escalada después de la independencia.”

El informe concluye que la democracia y el desarrollo sostenible siguen siendo "un sueño" porque "la cultura y la práctica de la corrupción han crecido profundamente, tienen raíces duraderas en la sociedad de Kenia y se han vuelto endémicas" y permiten la concentración de la riqueza dentro de los círculos gobernantes. El liderazgo político y burocrático se beneficia de ello "y las instituciones de gobernanza existentes o se desentienden o carecen de la voluntad y la capacidad para evitar que lo hagan”.

Fuente: Informe nacional de Kenia 2018 (en inglés).