CANADA

El presupuesto de 2009 fue la oportunidad de que el Gobierno se ocupara de los ciudadanos más vulnerables. Todo quedó en un plan de estímulo económico cortoplacista que desatiende las necesidades de los miles de ciudadanos que soportan lo peor de la crisis. Los empleos creados por las inversiones públicas son para los hombres, mientras las mujeres obtienen empleos precarios o de tiempo parcial y, con frecuencia, son las primeras en ser despedidas. A las organizaciones de la sociedad civil les preocupa que los estándares ambientales y de sostenibilidad se flexibilicen mientras Canadá se dedica a desandar el traspié económico.


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