Finland

En Finlandia, el informe alternativo de Fingo, la asociación de ONG de desarrollo finlandesas, concluye que «los conflictos de intereses entre los actores conducen a decisiones donde una ventaja económica a corto plazo eclipsa la sostenibilidad a largo plazo».

El gobierno de Finlandia se felicita por estar «entre los primeros en redactar un plan de implementación nacional, iniciar un presupuesto de desarrollo sostenible, establecer un sistema de monitoreo inclusivo y un panel de ciudadanos, y encargar una evaluación externa de la primera política nacional de la Agenda 2030 del mundo, el informe PATH2030 publicado en marzo de 2019». Sin embargo, el informe alternativo muestra que Finlandia no está consistentemente comprometida con un enfoque basado en los derechos humanos de la Agenda 2030, para garantizar que «nadie se quede atrás».

En sus informes sobre Finlandia, la plataforma de las organizaciones de la sociedad civil Kepa también se preocupa por el impacto extraterritorial de la producción nacional y los patrones de consumo. "Por ejemplo, casi la mitad de la huella hídrica de los finlandeses es causada por cadenas de producción fuera de Finlandia", concluyen. A Kepa le preocupa que "el grupo que seleccionó los indicadores nacionales haya observado sorprendentemente que en Finlandia no hay información confiable ni siquiera parcialmente completa sobre los impactos externos del consumo finlandés, es decir, cómo explotamos los recursos naturales fuera de nuestro propio país".

Foto: Maailma Kylässä

El gobierno finlandés publicó el plan nacional de implementación de los ODS en febrero de 2017. El crecimiento económico y las oportunidades de negocios se resaltan en todo el plan. Varios grupos ciudadanos han criticado este enfoque, ya que no va a reducir la desigualdad global ni ayudará a conservar los recursos naturales para las generaciones futuras.
¨La economía debe ser una herramienta que permita el logro del crecimiento sostenible y el bienestar no debe ser visto como un valor absoluto en sí mismo" sostienen. Las organizaciones finlandeses de la sociedad civil destacan que la responsabilidad social y ecológica empresarial requiere, además de diálogo, una legislación vinculante. Francia y los Países Bajos han legislado recientemente que las empresas activas en estos países deben hacerse cargo de los derechos humanos a lo largo de la cadena de producción. Finlandia debe seguir este ejemplo tan pronto como sea posible. Actualmente la responsabilidad social y económica juegan un papel marginal en el plan de implementación. Además de los impactos ecológicos los temas de derechos humanos deben ser tomado más en cuenta y de manera efectiva.

Foto: Maailma kylässä

El informe de seguimiento de los logros del gobierno en la implementación de la Agenda 2030 se presentó en Helsinki a fines de mayo. El informe fue preparado por diez organizaciones finlandesas (The Finnish League for Human Rights, Kepa, Save the Children Finland, Plan International Finland, The Finnish Blue Ribbon, SOSTE Finnish Federation for Social Affairs and Health, The Finnish Association for Nature Conservation, Finnish Olympic Committee, Finnish Red Cross and WWF Finland), siendo cada una responsable de su respectiva área de especialización, y contó además con contribuciones de otras organizaciones.

Representantes de la sociedad civil entregaron el informe al Ministro de Comercio Exterior y Desarrollo, Kai Mykkänen, y al Ministro de Vivienda, Energía y Medio Ambiente, Kimmo Tiilikainen.

El principal desafío en la implementación de la Agenda 2030 en Finlandia será la integración de los principios y objetivos de desarrollo sostenible en todas las políticas internas del país, incluidas las políticas relacionadas con los países en desarrollo. El compromiso político real/genuino es un requisito previo para la implementación de la Agenda 2030 de manera amplia y coherente en toda la administración pública. Los diferentes actores tienen que estar comprometidos y también asumir su responsabilidad en la implementación de los objetivos.

The main challenge in implementing the 2030 Agenda in Finland will be integrating the principles and targets of sustainable development into all of the country’s domestic policies, including those policies related to developing countries. At the outset, it is especially important to pay attention to choosing suitable indicators and monitoring and following up on them. Coherence will not be possible without concrete targets and indicators by which to measure them. The 17 Sustainable Development Goals (SDGs) can be achieved only in co-operation with all stakeholders including civil society, the private sector, scientific institutions and the media. Implementation of the 2030 Agenda is also broadly supported by Finnish civil society, which is currently in the process of building a systematic internal co-operation structure to create new kinds of partnerships in line with the universal spirit of the SDGs.
The Finnish government wants to be an accountable member of the international community, but its political will to be so does not always transpire. Finland has not, for example, been able to reach the 0.7 % target for its development funding. On the other hand Finland's current Development Policy Programme is positively founded on a rights-based approach. The challenge for Finnish civil society is to compel the government to improve its international performance.

El gobierno de Finlandia pretende ser un miembro responsable de la comunidad internacional, pero su voluntad política no siempre lo demuestra. El país no ha cumplido el objetivo de destinar el 0,7% del producto nacional bruto a la ayuda oficial al desarrollo.

El país debe reconocer que no hay soluciones tecnológicas fáciles y sustentables. Se puede comenzar con una ley que imponga recortes del 5% anual a las emisiones. Ha llegado del momento de redefinir la agenda del desarrollo para que incluya más que los intereses del Estado y los empresarios. Los movimientos sociales pueden usar la agenda de sustentabilidad para presionar a los gobiernos y las empresas. Se ha vuelto impostergable un debate franco sobre las cuestiones fundamentales del bienestar, la igualdad y el desarrollo, que incluya la necesidad de renunciar a la búsqueda permanente del crecimiento material.

Fuente: Helsingin Sanomat

La preocupación por el cambio climático y por el futuro de la Tierra ha ganado peso entre los finlandeses, de acuerdo con los resultados de una consulta formulada a los lectores del Helsingin Sanomat, un diario de Helsinki. El periódico preguntó cuál es el producto menos ético, y los barcos fabricados con madera procedente de selvas en peligro fue el más votado.

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