Foto: Maailma Kylässä

El gobierno finlandés publicó el plan nacional de implementación de los ODS en febrero de 2017. El crecimiento económico y las oportunidades de negocios se resaltan en todo el plan. Varios grupos ciudadanos han criticado este enfoque, ya que no va a reducir la desigualdad global ni ayudará a conservar los recursos naturales para las generaciones futuras.
¨La economía debe ser una herramienta que permita el logro del crecimiento sostenible y el bienestar no debe ser visto como un valor absoluto en sí mismo" sostienen. Las organizaciones finlandeses de la sociedad civil destacan que la responsabilidad social y ecológica empresarial requiere, además de diálogo, una legislación vinculante. Francia y los Países Bajos han legislado recientemente que las empresas activas en estos países deben hacerse cargo de los derechos humanos a lo largo de la cadena de producción. Finlandia debe seguir este ejemplo tan pronto como sea posible. Actualmente la responsabilidad social y económica juegan un papel marginal en el plan de implementación. Además de los impactos ecológicos los temas de derechos humanos deben ser tomado más en cuenta y de manera efectiva.

Una coalición global de organizaciones de la sociedad civil y de sindicatos presenta hoy en Nueva York el informe "Spotlight 2017" sobre desarrollo sustentable, coincidiendo con la apertura del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas. El informe brinda una evaluación independiente exhaustiva y amplia sobre la implementación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):

"En la Agenda 2030 los gobiernos se comprometieron a revitalizar una asociación mundial entre los Estados y declararon que las finanzas públicas tienen que desempeñar un papel esencial en el logro de los ODS. Pero en décadas recientes, la combinación de la ideología neoliberal, grupos de presión de las corporaciones, políticas fiscales regresivas, y la evasión de impuestos han dado lugar a un debilitamiento masivo del sector público y su capacidad de proporcionar bienes y servicios esenciales."

Sarah Makau, Kenia

"Lo que nos tenemos que preguntar es: ¿Tenemos en África control de nuestros recursos ó estamos enredados en este sistema global de acumulación que fue traído durante el colonialismo? ¿Cómo podemos escapar de esa esclavitud?" Resumió Mela Chiponda, participante de la Segunda Escuela Feminista Anual WoMin, organizada por Netright Ghana.

"No teníamos títulos de propiedad, la tierra no estaba delimitada, nadie conocía la superficie de sus fincas, así que cuando nos enteramos de esto, el gobierno entró y empezó a demarcar y hubo una pausa en las actividades mineras. Pero estamos preocupados. Te sientes como que hemos arrinconado a un león que está esperando en el pasto", dijo Sarah Makau, de Kenia.

Foto: CEM-H

El Centro de Estudios de la Mujer (CEM-H) junto a la Red de Trabajadoras Domésticas de Honduras impulsan la formación de la Escuela de Formación "Somos trabajadoras". El objetivo de la escuela es crear un espacio de encuentro de mujeres para conocer y defender sus derechos laborales.

Trabajadoras domésticas de diferentes regiones participaron de la primera jornada de trabajo y socialización de la Escuela de Formación “Somos trabajadoras” que tuvo lugar el 27 y 28 de mayo.

El número de países donde se han registrado casos de violencia física y amenazas contra los trabajadores y trabajadoras se ha incrementado en un 10 por ciento en apenas un año, según el Índice Global de los Derechos de la CSI. Se han documentado ataques contra sindicalistas en 59 países, provocando una creciente ansiedad respecto a los empleos y salarios.

El informe indica que los intereses corporativos se sitúan por encima de los intereses de los trabajadores y trabajadoras en la economía mundial, y el 60 por ciento de los países excluyen a categorías enteras de trabajadores de la cobertura de la legislación laboral.

Syndicate content