Casi tres años después de la adopción de la Agenda 2030 al más alto nivel de las Naciones Unidas, los indicadores para evaluar su progreso aún se están debatiendo. El conjunto de indicadores sobre los cuales hay metodología acordada y datos disponibles (conocido como Nivel I en la jerga de los iniciados) muestra un gran grado de superposición con los indicadores existentes para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y pasa por alto la mayoría de los aspectos transformadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que representan un cambio de paradigma.

Hay 93 indicadores en el Nivel I de los ODS (ver Tabla 1), de los cuales 42 son idénticos a los indicadores de ODM ya existentes, a menudo con mejoras (por ejemplo, desglosados por sexo, etnia o discapacidad). Pero algunos indicadores importantes de los ODM, en particular sobre aspectos relacionados con la implementación, se han perdido.

El aumento del número de refugiados y migrantes llegados a Europa en 2015 y 2016 provocó una crisis política en toda la Unión Europea (UE) en relación con la gestión de la migración. La UE respondió a la crisis con la adopción de la Agenda Europea de Migración, una agenda global que fomentaba una respuesta integral para la gestión de todos los aspectos relacionados con la migración.

Lanzado en noviembre de 2015 en La Valeta y presentado como una herramienta innovadora para permitir una respuesta más flexible a los retos de la migración irregular, el Fondo Fiduciario de Emergencia de la UE (EUTF, por sus siglas en inglés) es el principal instrumento financiero para el compromiso político de la UE con los socios africanos en el campo de la migración. El EUTF utiliza principalmente Ayuda Oficial al Desarrollo, (90%), la mayoría proveniente del Fondo Europeo de Desarrollo (FED), y como tal, su implementación debe guiarse por los principios clave de la eficacia del desarrollo.

Así lo afirma el uruguayo Roberto Bissio, coordinador de la red Social Watch, quien tiene serios reparos sobre las alianzas público privadas como modelo de desarrollo en América Latina.

La República Popular China, convertida en actor global y de importancia para la región de América Latina (AL), no solo mantiene relaciones de comercio y flujos de inversión y financiamiento, sino también relaciones políticas y estratégicas a nivel bilateral y multilateral.

Estos son procesos que configuran la dinámica de permanente expansión y conquista pacífica de territorios y recursos en el que se encuentra China a partir del lanzamiento de su política Go Out (también llamada Go Global Strategy) definida el 2001.

ONU Mujeres realizó el lanzamiento de su informe “Hacer las promesas realidad: La igualdad de género en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, que presenta una evaluación de los avances, dificultades y posibilidades de la aplicación de los  Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) desde una perspectiva de género. 

El informe hace seguimiento de las tendencias mundiales y regionales con miras a la consecución de los ODS para las mujeres y las niñas sobre la base de los datos disponibles, y ofrece orientación práctica para la ejecución de políticas sensibles al género y los consiguientes procesos de rendición de cuentas. Como fuente de análisis de alta calidad de datos y políticas, el informe es una referencia e instrumento de rendición de cuentas esencial para responsables de la formulación de políticas, organizaciones de mujeres, el sistema de las Naciones Unidas y otras partes interesadas.

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