Audiencias de la ONU: Reforma del financiamiento de los ODM

En el marco de las Audiencias de la Asamblea General de la ONU con organizaciones de la sociedad civil, que se celebraron el 14-15 de junio de 2010 en la sede de la ONU, Social Watch, la Red del Tercer Mundo y ONU- SENG organizaron el seminario “Reforma del financiamiento de los ODM”.

El panel destacó inversiones prácticas, estrategias y enfoques para la financiación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El debate se centró en las limitaciones y oportunidades para lograr una asistencia financiera más previsible y coherente para los países en desarrollo, así como la evaluación de los esfuerzos para implementar programas y mecanismos para avanzar en los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Los ponentes de este panel fueron Bhumika Muchhala y Sanya Reid Smith de la Red del Tercer Mundo, Markus Brun de CIDSE, Suiza y Roberto Bissio, coordinador de Social Watch. Elisa Peter, de SENG, moderó el debate.

Bhumika Muchhala (RTM) centró su exposición en tres áreas clave de la arquitectura financiera internacional que representan el actual fracaso del modelo de desarrollo que impide el logro de los ODM y en particular del ODM 8. Basó su argumento en el supuesto de que “el ODM 8 puede concebirse como una condición previa para el logro de los siete primeros objetivos”.

La primera es la crisis del modelo de desarrollo económico y las finanzas globales, la segunda es el mecanismo de resolución de la deuda, y la ausencia de un mecanismo de restructuración de la deuda internacional, y la tercera es la liberalización financiera, que permite la libre circulación de capital a través de las fronteras, dentro y fuera de los países, y donde los tratados de libre comercio obstaculizan la capacidad de los países en desarrollo para controlar el flujo de capital, promoviendo por consiguiente que las asignaciones de fondos sean especulativas en lugar de inversiones productivas en la economía real.

Como expresó de forma transparente, la estrategia de los ODM requiere que se refuerce considerablemente la importancia de las estrategias de desarrollo nacionales, centrándose en aumentar las capacidades productivas y la infraestructura social y económica, en particular de los países menos desarrollados, de una manera rápida e incluyente.

También destacó que el panorama de la arquitectura financiera internacional se limita a dos instituciones, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Preguntó sobre el papel de la ONU en la gobernanza económica mundial, basando sus reflexiones en la propuesta del Centro del Sur de expandir el rol de la ONU, preparada por Jomo KS, anterior economista en jefe de la UNCTAD. Según Jomo KS, la tarea es reformar el sistema de la ONU mediante la creación de órganos y mecanismos adecuados. Propone la creación de “un organismo de la ONU al mismo nivel que la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, que tenga autoridad para tomar decisiones vinculantes en las áreas de actividad de organismos multilaterales especializados, como el FMI y el BM, y para garantizar la coherencia, el cumplimiento y la rendición de cuentas”.

Sanya Reid Smith (RTM) hizo hincapié en cómo los acuerdos comerciales de inversión podrían afectar la consecución de los ODM.

En las negociaciones de Doha de la OMC y Tratados de Libre Comercio Norte-Sur (Unión Europea, países en desarrollo), los tratados bilaterales de inversión podrían también tener un efecto, e incluso las negociaciones de la OMPI pueden afectar la consecución de los ODM. Varios capítulos de estos acuerdos pueden afectar directa o indirectamente la capacidad de lograr todos o algunos de los ODM. Por ejemplo, se espera que el gobierno de un país destine dinero para lograr cada uno de los objetivos (subsidiar la educación o la medicina, proporcionar infraestructura) y en los países en desarrollo los gobiernos dependen de los ingresos arancelarios, sobre todo del impuesto a la exportación-importación, ya que se trata de un impuesto fácil de recaudar. Sin embargo, varios acuerdos comerciales obligan a los países en desarrollo a reducir sus impuestos a cero. Los acuerdos comerciales que se están negociando hacen que sea más factible que ocurran crisis financieras como la presente.

Markus Brun (CIDSE) señaló que los ODM han fracasado en incorporar principios de derechos humanos, así como en prestar la misma atención a los procesos de desarrollo que a los resultados de desarrollo, su limitada ambición y la falta de apropiación por parte de aquellos a quienes buscan beneficiar. El progreso es irregular - destacó – y tiene poco impacto en las causas profundas de la pobreza.

Según Markus, existen importantes lagunas en el financiamiento para el desarrollo tal como se propone en el ODM 8 – la alianza mundial para el desarrollo ha sido difícil de lograr. Los impuestos internacionales sobre las transacciones financieras tienen el potencial de contribuir a la justicia global y a los objetivos de desarrollo mediante el ejercicio de funciones clave de la tributación: recaudación de ingresos fiscales y regulación, así como la redistribución de la riqueza, no solo dentro de los estados sino a nivel internacional.

Desearía que la Cumbre de los ODM reconociera la tributación como un medio fundamental para el desarrollo; no solo como un instrumento de financiamiento adicional, sino también para reforzar la rendición de cuentas democrática y la participación tanto a nivel nacional como internacional. La ONU, siendo universalmente representativa, es la única institución marco que tendría que requerir legitimidad para administrar fondos dedicados a propósitos globales.

Roberto Bissio (Social Watch) centró su presentación en el papel clave del Objetivo 8. Como expresó claramente, el incumplimiento de los países desarrollados de sus compromisos según el Objetivo 8 ciertamente no deja de tener conexión con el avance insuficiente de los demás objetivos. La distribución desigual de los recursos nacionales es otro obstáculo importante. Durante los primeros años del siglo 21, muchos países en desarrollo experimentaron altos niveles de crecimiento económico, pero la reducción de la pobreza y la creación de empleo se quedaron atrás. Este “fracaso para cumplir con la financiación necesaria, servicios, soporte técnico y alianzas” se vio “agravado por las crisis alimentarias y económicas mundiales, así como por el fracaso de varias políticas y programas de desarrollo”. De este modo “las mejoras en las vidas de los pobres han sido inaceptablemente lentas de alcanzar, a la vez que algunos adelantos arduamente conseguidos se están erosionando”.

“Si los pobres fueran un banco, habrían sido rescatados”, es el comentario sarcástico que muchas personas hacen cuando el dinero adicional necesario para alcanzar los ODM (estimado en alrededor de USD 100 mil millones al año) se compara con los billones de dólares desembolsados en los dos últimos años en los países más ricos para rescatar a los bancos en quiebra e intentar revertir los efectos de la crisis financiera.

Hace diez años la Declaración del Milenio prometió “un mundo más pacífico, próspero y justo”. Social Watch se ha comprometido a ayudar a los ciudadanos de todo el mundo a exigir a sus gobiernos rendir cuentas con respecto a esta promesa y esperamos que los dirigentes del mundo elaboren el próximo mes de septiembre un plan de trabajo para hacerlo realidad.