Estado e inversores en la minería de África

Los gobiernos africanos enfrentan el reto de continuar las reformas fiscales en curso y la renegociación de los contratos mineros con otras medidas para mejorar la equidad entre el Estado y los inversionistas en el sector extractivo en auge y, también, para financiar la Visión Minera Africana.

Para mejorar la equidad entre el Estado y los inversionistas en el sector extractivo, muchos gobiernos africanos han emprendido en los últimos años reformas fiscales y la renegociación de los contratos mineros. Huelga decir que estas reformas están muy lejos de significar un cambio radical del régimen minero dominante.

La 14ª reunión de estrategia de la Iniciativa Africana de Minería, Medio Ambiente y Sociedad (AIMES) se celebró este año en Accra, en un momento en el que el continente despierta un renovado interés como un “polo de crecimiento” emergente.

Fundada en 1989, AIMES es una red panafricana de organizaciones de la sociedad civil que comparten la preocupación por el papel de la minería en el desarrollo de África. Hoy en día, África exporta principalmente minerales sin ningún valor significativo agregado, cuando hay un gran potencial sin explotar para el enriquecimiento del mineral y la creación de empleos de alta calidad.

Para mejorar la equidad entre el Estado y los inversionistas en el sector extractivo, muchos gobiernos africanos han emprendido en los últimos años reformas fiscales y la renegociación de los contratos mineros. Huelga decir que estas reformas están muy lejos de significar un cambio radical del régimen minero dominante.

La reunión de AIMES, coorganizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Red del Tercer Mundo de África (TWN-África), congregó a cuarenta representantes de ONG y actores sociales clave del continente y tuvo como uno de sus objetivos definir una agenda de cabildeo sobre el programa de reformas de la Visión Minera Africana.

La superación de la dependencia de los países africanos de las exportaciones de materias primas estuvo en la mira en la reunión. Si bien los precios de los minerales han bajado desde 2011, hay una intensificación de la dependencia de la minería en las economías africanas.

Yao Graham, coordinador de TWN-África, sostiene que el discurso actual sobre la región pone de relieve tres elementos importantes: los minerales como motor del crecimiento, una creciente clase media y el mercado financiero, un rico botín para los especuladores financieros.

Pero la expansión económica que ya lleva una década en África, como señala acertadamente una declaración de la reunión de Accra, no se ha traducido en una mejora de las condiciones de vida de los africanos, muchos de los cuales quedaron atrapados en la falta de empleo, la privación material, la pobreza, la inseguridad, la pérdida de medios de vida y los desastres ambientales relacionados con la minería.

Frente a esta realidad muchos países africanos ricos en minerales han puesto en marcha medidas para la reforma de sus regímenes del sector extractivo y la renegociación de los contratos para mejorar los beneficios. Pero estas reformas no son suficientes para resolver los problemas fundamentales de la industria extractiva africana.

La Visión Minera de África se ha convertido en un importante punto de referencia para una amplia gama de actores, como las instituciones políticas, las entidades financieras, las empresas mineras multinacionales e intelectuales de diferentes orientaciones. Pero se encuentra atrapada en una maraña de interpretaciones controvertidas y existe el peligro de que los donantes puedan desmembrarla, eligiendo lo que les interesa de ella.

Extracto del artículo de Kwesi W. Obeng, editor asistente de la revista African Agenda, una publicación de TWN-África, punto focal de Social Watch en Ghana.