Social Watch news

La etapa más reciente en las negociaciones post 2015 fue el debate sobre la Declaración, destinada a ser la declaración en un marco político, que tuvo lugar del 17 al 20 de febrero en Nueva York. A pesar del fuerte énfasis en la transformación y la ambiciosa aspiración, se dibujan líneas tradicionales entre las posiciones de (la mayoría) del Norte y del Sur.

Al mismo tiempo, el debate fue rico y lleno de matices, lo que refleja la creciente diversidad de las preocupaciones de los países en desarrollo y su voluntad de participar sustantivamente en cuestiones que serán fundamentales para la transformación. El proceso continúa sugiriendo que hay potencial histórico para corregir algunos de los desequilibrios de larga data que impulsan profundas disparidades sociales y económicas, y la colisión inminente con los límites del planeta. La noción de que la agenda para el desarrollo post 2015 se supone será de aplicación universal para todos los países y personas en el mundo no tiene precedentes, nunca antes ha habido un programa de desarrollo de esta amplitud en su alcance.

El Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas discutió del 23 al 25 de febrero el informe del secretario general sobre la implementación de la revisión cuadrienal ampliada solicitada por la Asamblea General.

Bajo un título críptico, en la reunión se abordaron temas fundamentales, como el rol del sistema de desarrollo de Naciones Unidas (y su relevancia) en la agenda post 2015.

Cuando se hace referencia al rol de la ONU en el desarrollo, existe un amplio consenso sobre su valor único y se pone sobre la mesa su historia, la neutralidad, el poder de convocatoria y la representación universal.

En los últimos veinte años hemos escuchado constantemente que el mundo tiene los recursos para hacer frente a los desafíos globales de desarrollo, tales como la pobreza, la degradación ambiental, las enfermedades y las desigualdades. Sin embargo, a pesar de que los recursos "están ahí" los planes de desarrollo humano han sido insuficientemente financiados.

Es evidente que existe "un efecto de goteo" y los mecanismos redistributivos no están siendo eficaces y serán completamente inadecuados para financiar la aplicación de la agenda universal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Foto: Tierraviva.

Más de dos décadas de larga lucha y aún no se les ha reconocido el derecho a sus tierras ancestrales. El reclamo de Kákmok Kásek, pasó del ámbito nacional al internacional obteniendo en 2010 una sentencia favorable de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esta fue la tercera condena al Estado Paraguayo por violar derechos humanos de los pueblos indígenas. En ésta, una vez cumplido el plazo razonable, el Estado debía pagar una multa mensual y bastante considerable a la comunidad. Todos estos plazos razonales e incluso la prórroga que se le otorgó al Estado, han vencido.

La comunidad considera que falta voluntad política para respetar los derechos de los pueblos indígenas consagrados en convenios firmados y ratificados por el Estado. El Estado no ha querido respetar la sentencia de la Corte IDH dado que en 2014 se tuvo una oportunidad única que, de no retomarse podría ocasionar un grave perjuicio a la vida de más de 74 familias que componen la comunidad.

Veintidós relatores independientes de derechos humanos de las Naciones Unidas advirtieron a la Cumbre de Río+20 que, sin supervisión y rendición de cuentas efectivas, los compromisos asumidos, tales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se volverán “promesas vacías”.
Los nuevos ODS son mucho más ambiciosos que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que caducan en 2015. Los ODM plantearon un mínimo social promedio que los países de renta media a grandes rasgos ya habían alcanzado en el 2000 y por lo tanto jamás fueron muy relevantes para América Latina. Los ODS plantean para 2030 eliminar la pobreza extrema (menos de un dolar diario) y reducir a la mitad la pobreza relativa (o sea según las definiciones nacionales).

Para cumplir esta meta incluso los Estados Unidos y la Unión Europea deberían poner fin a sus políticas de austeridad, ya que en ambos la pobreza ha crecido en la última década.

El concepto de la ayuda oficial total para el Desarrollo Sostenible (TOSD, por sus siglas en inglés) está siendo promovido como una alternativa a la actual ayuda oficial al desarrollo (AOD). ¿Esto quiere decir que va a haber más dinero sobre la mesa o es, simplemente, una manera "contable creativa" de que los países desarrollados cumplan con los compromisos asumidos sin pagar?

El cambio en el paradigma de desarrollo actual que los líderes del mundo van a aprobar en septiembre próximo requerirá reformas audaces y cambios de política. ¿Se pueden llevar a cabo sin la participación de los ministros de Finanzas?

A medida que avanzan las negociaciones sobre el marco de desarrollo posterior a 2015, está quedando claro que la nueva agenda de desarrollo requerirá reformas audaces y cambios de políticas a nivel mundial, regional, nacional y subnacional.

El 18 de febrero, durante las negociaciones en Naciones Unidas sobre la nueva agenda de desarrollo el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU, por su sigla en inglés), en colaboración con el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ISSC, por su sigla en inglés) lanzaron un informe titulado “La perspectiva científica sobre los Objetivos de Desarrollo Sustentable”. Los autores incluyen a cuarenta y un investigadores de las ciencias naturales y sociales de 21 países y en el evento cinco co-autoras de diferentes partes del mundo presentaron sus puntos de vista sobre el documento.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas fueron revisados por los científicos y el informe se centra en una variedad de temas que van desde los objetivos problemáticos por su naturaleza de doble filo, la complementariedad de las metas y su implementación, así como la capacidad de medición y su relevancia para las situaciones particulares de los países. El informe considera que 29% de las metas negociadas por los gobiernos están “bien definidas”, mientras que 54% necesitan más trabajo y 17% serían débiles o no esenciales.

Jean Letitia Saldanha dijo que la razón por la cual es pertinente hoy el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas en la agenda de Financiamiento para el Desarrollo se debe al reconocimiento de los vínculos entre las diversas agendas que se están negociando en paralelo este año: finanzas, Post-2015 y climática. Además, que la resolución de la Asamblea General de la ONU sobre la organización de la Tercera Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo destacó que el Consenso de Monterrey y la declaración de Doha constituyen el marco conceptual, incluso en el contexto de la agenda de desarrollo post-2015, para la movilización de recursos para el logro del desarrollo sostenible y la necesidad de garantizar la coherencia, la coordinación y evitar la duplicación de esfuerzos.

Roberto Bissio, coordinador de Social Watch, dijo que se espera que los países desarrollados tengan una mayor responsabilidad por la convención de clima de la ONU, ya que estos países tienen una participación importante en la responsabilidad histórica de llenar el ambiente con las emisiones humanas generadas por dióxido de carbono desde el inicio de la revolución industrial, hace dos siglos..

Manuel F Montes, del Centro del Sur, dijo que si bien él no sabe cuánto tiempo les llevó en 1992 a los diplomáticos llegar al acuerdo de la formulación de responsabilidades comunes pero diferenciadas si es una caracterización taquigrafía precisa del equilibrio de las responsabilidades en el marco de cambio climático. No es cierto que los países en desarrollo no tienen obligaciones en el tratado sobre el cambio climático. Los países en desarrollo tienen obligaciones bajo la convención, pero “La medida en que las Partes que son países en desarrollo lleven a la práctica efectivamente sus compromisos en virtud de la Convención dependerá de la manera en que las Partes que son países desarrollados lleven a la práctica efectivamente sus compromisos relativos a los recursos financieros y la transferencia de tecnología, y se tendrá plenamente en cuenta que el desarrollo económico y social y la erradicación de la pobreza son las prioridades primeras y esenciales de las Partes que son países en desarrollo.” (Naciones Unidas 1992, párrafo 4.7).

Syndicate content