“Perros invisibles” en Davos: multinacionales con rienda corta

Paseadores de corporaciones. (Foto:
Eliane Baumberger/AllianceSud)

Bajo la consigna “llevemos a las multinacionales de rienda corta”, medio centenar de personas convocadas por la Coalición Europea para la Justicia Corporativa conmocionaron el miércoles pasado Davos, la ciudad suiza donde concluyó el domingo el tradicional Foro Ecómico Mundial.

Entre los manifestantes figuraban los miembros de la Campaña “Derecho sin Fronteras” de Suiza, que pasearon durante dos horas por la pequeña ciudad a “perros invisibles” atados con riendas y de bozal, a los que llamaban “Nestlé”, “Axpo”, Glencore o Syngenta.

Al mismo tiempo, repartían octavillas e intercambiaban información con los transeúntes, entre ellos delegados al Foro Económico Mundial. Los activistas marchaban en pequeños grupos, ante la prohibición de manifestaciones públicas en la ciudad de Davos ocupada durante la semana por fuerzas policiales, militares y de seguridad.

En la manifestación en Davos, Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional, aludió a numerosos casos de grave contaminación ambiental causada por corporaciones multinacionales, entre las que destacó dos de Suiza: Trafigura (en Costa de Marfil) y Danzer (en República Democrática del Congo) además de la petrolera Shell en Nigeria.

La Coalición Europea para la Justicia Corporativa (que reúne a 250 organizaciones no gubernamentales, sindicatos, grupos de consumidores e instituciones académicas presentes en 15 países del continente) promueve la responsabilidad de las empresas.

Entre esas organizaciones de la sociedad civil se destacan la Federación Internacional de Derechos Humanos, las filiales nacionales de Oxfam, Greenpeace, Amnistía Internacional y Amigos de la Tierra y Alliance Sud, que suma a las instituciones suizas de desarrollo e integra la red de Social Watch.

El secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetti, recordó la recientemente aprobada guía para empresas del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que atribuye responsabilidad no sólo a los Estados sino también a las empresas, que están obligadas a respetar los derechos económicos, sociales y culturales.

Peter Niggli, director de Alliance Sud, llamó a las autoridades suizas a aprobar leyes que refuercen esa responsabilidad. Hasta ahora, el gobierno y el parlamento de Suiza han promovido la autorregulación voluntaria.

Varios casos de violaciones de derechos humanos y de contaminación muestran a las claras que la autorregulación no es suficiente.

“La crisis económica, y el modo con que se le enfrentaron los gobiernos, constituye un peligro claro e inequívoco para los derechos de las personas en muchos países”, dijo Shetty, de Amnistía.

La alianza Justicia Corporativa de Suiza, a cargo desde noviembre de la campaña “Derechos sin fronteras”, es apoyada por más de medio centenar de organizaciones de cooperación al desarrollo, sindicales, femeninas y de derechos humanos, entre otras. Alliance Sud cumple allí la función de coordinación.

Esta coalición nacional presentará en junio un petitorio a las autoridades para exigirles que las multinacionales suizas se vean obligadas a respetar en los países del Sur los derechos humanos y ecológicos según las exigencias y estándares helvéticos.

Esas multinacionales cometen graves violaciones a los derechos humanos y ambientales y las víctimas de sus prácticas, en general, “no tienen derecho a ningún recurso jurídico”, dijo en la manifestación Denièle Gosteli, de la filial suiza de Amnistía.

Uno de los ejemplos más reiterados por la campaña es la agroquímica suiza Syngenta, que “hace enormes ganancias en el Sur con pesticidas prohibidos en Europa por atentar la salud de la población campesina”

Más información

Alliance Sud (en inglés): http://bit.ly/zQt6Za

Fuentes

Coalición Europea para la Justicia Corporativa (en inglés): http://bit.ly/xsiUIt

Rebelion.org: http://bit.ly/zLJinz