Acciones para una nueva agenda global

José Mujica, presidente de
Uruguay.

Organizaciones de la sociedad civil y redes de todo el mundo se reunieron en Montevideo para analizar las múltiples crisis globales y nuestras respuestas colectivas a las mismas. La reunión fue inaugurada por el presidente uruguayo José Mujica e incluyó un debate sobre alternativas de desarrollo con tres ministros. Se sugirieron acciones concretas para limitar el poder de las corporaciones en la agenda internacional. Lea un resumen de las conclusiones y recomendaciones de la "Reunión de Estrategia" sobre monitoreo y rendición de cuentas.

Acciones para una nueva agenda global

Un resumen de las conclusiones y recomendaciones de la "Reunión de Estrategia" sobre seguimiento y rendición de cuentas en una agenda para el cambio
Montevideo, 11-13 de febrero de 2014

Las organizaciones de la sociedad civil y las redes que se mencionan a continuación se reunieron en Montevideo del 11 al 13 de febrero para discutir las múltiples crisis globales y nuestras respuestas colectivas a las mismas. Para permitir un intercambio franco de opiniones, no se registraron las discusiones de la reunión, que tuvo lugar en el Centro de Formación de la Cooperación Española en Montevideo. Estas notas tienen por objeto registrar las principales conclusiones, pero no constituyen una declaración común de todos los participantes.

Contexto

La gente está tomando las calles en todo el mundo exigiendo justicia económica, derechos, democracia y solidaridad. Al mismo tiempo, las instituciones multilaterales están discutiendo nuevas agendas de desarrollo en las que los mecanismos de vigilancia y rendición de cuentas deben ser reforzados si las buenas intenciones se van a poner en práctica.

La sociedad civil enfrenta una serie de desafíos para continuar desempeñando un papel significativo en lograr que los gobiernos rindan cuentas de sus obligaciones en materia de derechos humanos y de sus compromisos internacionales. La crisis económica ha reducido los fondos disponibles para muchas organizaciones de la sociedad civil y los donantes presionan para que grandes consorcios desplacen a la multiplicidad de voces. Las nuevas "asociaciones" se están creando en los foros multilaterales donde las grandes corporaciones juegan un papel privilegiado y hay poca transparencia y sin rendición de cuentas real. Los procesos para acordar objetivos globales como el seguimiento de Rio+20, el marco posterior a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), Beijing+20 y la CIPD+20 ya no son negociaciones intergubernamentales tradicionales: poco a poco se han ido convirtiendo en procesos complejos con "múltiples partes interesadas" en los que el acceso y la voz no siguen procedimientos claramente establecidos.

Las coaliciones de la sociedad civil continúan enfrentando el reto de llevar adelante una consulta incluyente y significativa para las diversas comunidades, con recursos mínimos para defender su autonomía frente a fuerzas poderosas que tratan de silenciar o de cooptar a las voces alternativas. Las comunidades más marginadas suelen ser las más desconectadas de los procesos globales de monitoreo y de acuerdo de metas de vigilancia.

Las respuestas a estos desafíos han sido tan diversas como la propia sociedad civil. Nuestras redes y organizaciones han trabajado en paralelo con el sistema de las Naciones Unidas para llevar las voces de las comunidades regionales, nacionales y locales a los foros internacionales. Redes de la sociedad civil y ONGs han proporcionado metas e indicadores alternativos. Han argumentado a favor de la inclusión de las voces que faltan: las mujeres, los pobres, las comunidades rurales, las minorías étnicas y religiosas, los movimientos LGBT, los pueblos indígenas. En el norte de África y en Medio Oriente, los levantamientos populares han evitado totalmente los procesos globales formales, redefiniendo sus prioridades y, en algunos casos, rehaciendo sus naciones.

Tres discusiones globales que se están desarrollando paralelamente en las Naciones Unidas está previsto que concluyan en 2015: las negociaciones sobre clima, el diseño y la financiación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el diseño de una agenda para el Sistema de Desarrollo de las Naciones Unidas, del que algunos esperan un nuevo conjunto de objetivos de desarrollo.

Los actuales ODM fueron concebidos e implementados en el marco de la cooperación al desarrollo. Cuando se redactó la Declaración del Milenio, la mayor parte de los problemas que abordaba (pobreza, desigualdad, conflictos) se encontraban en el Hemisferio Sur y las soluciones (de ayuda, comercio, transferencia de tecnología, alivio de la deuda) vendrían desde el Norte Global. Desde entonces, las desigualdades han aumentado tanto en las economías avanzadas como en los países en desarrollo y, como demuestran Social Watch y otros análisis de las tendencias, los avances en los indicadores sociales se han ralentizado. Las personas vulnerables, muchas de ellas en el Sur Global, pagan las consecuencias del cambio climático y de la crisis financiera, incluso cuando no tienen responsabilidad en sus orígenes. Las grandes corporaciones, entre ellas muchas responsables directas de esta situación, se están convirtiendo en actores clave en las "nuevas alianzas mundiales" de quienes se espera ayuda para resolverlos. Las fundaciones privadas, creadas a partir de las ganancias de esas empresas y responsables solo ante sus juntas directivas, desempeñan un papel cada vez más determinante en la conformación de las agendas de desarrollo y de derechos humanos.

Las señales de progreso son también sitios de reto: la revolución de datos anunciada por las nuevas innovaciones tecnológicas sostiene tanto la promesa de mejores datos y más económicos, como también las posibilidades de manipulación política, el control comercial y la cooptación y la vigilancia estatal intrusiva, la igualdad de género es cada vez más aceptada como una meta normativa universal, sin embargo, también se está convirtiendo en una herramienta fundamental para aumentar el crecimiento económico, con menos preocupación por el impacto de ese crecimiento en el bienestar de las mujeres.

En Montevideo se reunieron líderes de redes internacionales clave de justicia social y económica para elaborar estrategias sobre nuestras luchas comunes por la justicia económica y de género y de nuestros esfuerzos comunes para monitorear y responsabilizar a los gobiernos.

La experiencia uruguaya: Hay muchas alternativas

En su intervención en la sesión inaugural, el presidente de Uruguay, José Mujica, advirtió sobre una cultura en la que "sólo los perdedores hablan de la ética de la conducta". Señaló que "la productividad y el ingenio han creado herramientas formidables", sin embargo, "la concentración de la riqueza es alarmante, la creación de lo que yo llamo una ‘humanidad sobrante', que se quedó a un lado de la carretera".
El presidente Mujica describe las fuerzas del derroche y el despilfarro y la magnitud de los problemas del cambio climático y la especulación financiera sin restricciones con los productos básicos. "Las medidas que serían necesarias - explicó - tendrían que ser tomadas, en base a la evidencia científica, por algún órgano de gobierno mundial, ya que ningún país puede hacer frente a estos problemas por sí solos, y menos aún los pequeños países".
"Tenemos que luchar tanto como podamos", agregó, pero se necesitará un "lucha tremendamente política y colectiva, larga y dura" para "abordar las causas profundas."

En un momento en el que las desigualdades están aumentando en todo el mundo, Uruguay ha logrado, en la última década, reducir drásticamente la pobreza y las desigualdades, mientras realiza la transición hacia la generación de electricidad mediante fuentes renovables antes de 2020.Los participantes de la reunión tuvieron la oportunidad de conocer más sobre la experiencia uruguaya en un diálogo abierto con tres ministros: Eduardo Bonomi, del Interior, Daniel Olesker, de Desarrollo Social, y José Bayardi, de Trabajo y Seguridad Social.

"La criminalidad no se correlaciona con la pobreza, pero si con desigualdades", explicó el ministro del Interior, en tanto el de Desarrollo Social describió la diferencia entre la reducción de la "pobreza reciente" que resultó de la crisis financiera y económica de 2002 con la "pobreza estructural profunda que pasa de generación en generación." La disponibilidad y la mejora de los servicios universales de salud y educación, hecha posible por el crecimiento económico y la fiscalidad progresiva, se dirigieron a la primera, pero la pobreza extrema requiere un "enfoque muy bien focalizado familia por familia".

El Ministro de Trabajo y Seguridad Social describió las medidas aplicadas para hacer frente a la crisis: en lugar de la "austeridad", recomendada por las instituciones financieras multilaterales, Uruguay implementó transferencias de emergencia en efectivo, la participación activa del Estado en la economía para promover el crecimiento, la negociación colectiva que dio lugar a aumentos salariales, al cumplimiento de los derechos laborales entre los trabajadores rurales y domésticos. Estas medidas impulsaron el crecimiento económico y, en lugar de repeler a los inversores, coincidió con un pico de inversión y de nuevas inversiones extranjeras. El trabajo decente es la única solución sostenible a la pobreza y la reducción de las desigualdades. En ese sentido, Uruguay ha encontrado que el comercio Norte -Sur tiende a reafirmar "las relaciones centro -periferia", mientras que los productos con valor agregado, que promueven el desarrollo encuentran mejores oportunidades en las relaciones Sur-Sur.

Inspirado por esta evidencia de que hay, de hecho, alternativas viables a las fórmulas neoliberales clásicas, participantes de más de veinte países de los cinco continentes discutieron durante dos días el estado actual de las conversaciones sobre el seguimiento de Río+20 y el marco de desarrollo posterior a 2015.

Modelando el futuro

En plenario y en grupos pequeños discutimos las oportunidades y los retos de los actuales y emergentes procesos globales como el Post 2015, G-20, Rio+20, negociaciones sobre el clima y las relacionadas con el Comercio (Acuerdos de la OMC, TPP, inversión), nuevos mecanismos de derechos humanos y el papel de la sociedad civil, los procesos de múltiples partes interesadas y las "asociaciones" público-privadas. Los grupos identificaron los principales foros de discusión sobre justicia de género, clima, pobreza y desigualdad y, en particular, las "asociaciones" que se proponen y los cambios que se introducen.

De lo regional a lo global

Muchos de los participantes en la reunión compartieron sus experiencias de vigilancia y defensa a nivel regional. El intercambio significativo de experiencias sucede más a nivel regional que en los foros mundiales, tanto entre los gobiernos como entre los actores de la sociedad civil. Otros defensores de la sociedad civil consideran que los foros regionales son más proclives a responder a las preocupaciones globales que parecen demasiado lejanos para abordar de manera significativa para los gobiernos nacionales de los países que no están en el G-20.
Varios participantes en la reunión tomaron parte en las consultas regionales organizadas por SENG y destacaron su valor. Ellos elogiaron el informe SENG en "Avanzando Recomendaciones regionales sobre el Programa de desarrollo post 2015", que refleja con precisión los aportes de los grupos de base y los actores clave de la sociedad civil a nivel nacional y regional.
 

El seguimiento y la rendición de cuentas. ¿De arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba?

En la sesión plenaria y en grupos pequeños, hablamos de los diferentes mecanismos globales que tienen nuestros gobiernos responsables ante compromisos diferentes y a veces contradictorios y obligaciones legales. Entre ellas destacamos:

- Obligaciones vinculantes de los regímenes comerciales y de inversión, donde se permite a las empresas demandar a los gobiernos a través de los paneles de arbitraje supranacionales,
- El marco de los Derechos Humanos,
- El marco de los ODM,
- El concepto de "responsabilidad social" del Banco Mundial
- La propuesta de "revolución de datos"?
- Asociaciones Público-Privadas y las dificultades para supervisarlas

Tanto a nivel nacional como supranacional, el acceso a la información es clave para hacer que el seguimiento y la rendición de cuentas sea posible. Sin embargo, aunque hemos sido capaces de analizar varias experiencias exitosas en torno al acceso a la información y el seguimiento del presupuesto (como en la India y en Filipinas), también nos dimos cuenta de que las exigencias del secreto de las grandes corporaciones están teniendo éxito en hacer más difícil el acceso a la información y la rendición de cuentas, incluso al forzar cambios restrictivos en las políticas de información de los organismos multilaterales de desarrollo.

Estableciendo prioridades: nuevas fronteras en el monitoreo y la rendición de cuentas para derechos humanos, justicia de género y sostenibilidad

Observamos con preocupación cómo a la Alianza Mundial para el Desarrollo descripta en el objetivo 8 de los ODM se le está cambiando en el lenguaje que se utiliza para múltiples "asociaciones" con las grandes corporaciones. En el Objetivo 8 se describe claramente la responsabilidad de los países desarrollados para contribuir con la ayuda, reglas más justas de comercio, tecnologías y una solución a los problemas de deuda externa. El impacto negativo de las políticas y la desregulación de los países desarrollados, como la liberalización financiera, en los países en desarrollo también ponen de relieve la centralidad de la alianza del objetivo 8.

Estas promesas no eran viejas y están lejos de haberse cumplido. Ahora bien, esta asociación se transforma en múltiples "asociaciones" y no son más entre las naciones ricas y pobres, sino entre los gobiernos, los organismos multilaterales y las grandes corporaciones multinacionales.

En setiembre pasado, el Grupo de Reflexión de la Sociedad Civil sobre Perspectivas de Desarrollo Global encontró estas asociaciones de múltiples interesados como problemáticos instrumentos para la sostenibilidad, ya que plantean más problemas de los que resuelven. Por ejemplo:
• La creciente influencia del sector empresarial en el discurso político y el establecimiento de la agenda. Las iniciativas de asociación permiten a las empresas y a sus grupos de interés influenciar sin supervisión sobre el establecimiento de la agenda y la toma de decisiones políticas de los gobiernos.
• Debilitamiento del multilateralismo responsable y transparente: La proliferación de asociaciones contribuye al continuo debilitamiento institucional del sistema de las Naciones Unidas y entorpece las estrategias integrales de desarrollo.
• El debilitamiento de las instituciones públicas democráticas: Si las asociaciones crean la equivalencia de la igualdad de derechos entre las partes interesadas, que socavan la posición política y jurídica legítimamente ocupados por organismos públicos responsables (gobiernos y parlamentos). Dada la desigualdad entre los actores participantes, surgen conflictos de intereses.
• Financiación inestable - una amenaza para el suministro suficiente de bienes públicos: La financiación del Programa de desarrollo posterior a 2015 cada vez más privatizado, dependiente de canales voluntarios e imprevisibles de financiación a través de las personas benévolas o fundaciones filantrópicas privadas. Los recursos financieros comprometidos en las iniciativas de asociación existentes no se han demostrado de manera de aumentar con eficacia los recursos disponibles.
• La falta de mecanismos de vigilancia y rendición de cuentas: No hay instrumentos que garanticen que las asociaciones serán abiertas, transparentes y responsables

El proceso posterior a 2015 podría introducir la legitimación de estas "asociaciones" por la puerta trasera, la promoción sin un control adecuado de las empresas en la toma de decisiones a nivel mundial, la implementación y el seguimiento. Estas "asociaciones" pueden diluir y debilitar la responsabilidad de los Estados, que ya no están en el centro de la acción, y se refuerzan las asimetrías de poder. Las empresas ya han adquirido a través de acuerdos bilaterales de inversión el derecho a demandar a los Estados en tribunales supranacionales (y no a través del sistema de justicia constitucional) y ahora son candidatos a recibir la asistencia oficial para el desarrollo y se sientan en los foros donde se negocian las reglas, a expensas de la soberanía, democracia y derechos humanos nacionales (y populares).

Si bien nos involucramos activamente en hacer que los gobiernos rindan cuentas de sus promesas, nosotros también creemos firmemente que los Estados tienen la responsabilidad única y líder en el desarrollo. Si erosionamos ese papel y en su lugar potenciamos las corporaciones estamos erosionando nuestras propias posibilidades como ciudadanos, ya que las empresas solo son responsables ante los accionistas.

En resumen, hemos identificado las siguientes cinco estrategias clave de promoción.

1. La acción conjunta de la sociedad civil en torno al post 2015 debe centrarse en las metas y los compromisos de los países del Norte, los cambios necesarios del consumo y de las pautas de producción en estos países, y las condiciones macro estructurales formados por estos países, especialmente en el sistema financiero mundial, inversión y el comercio.
2. Cualquier tipo de "Agenda ODM plus" para los países pobres del Sur global reproduciría la vieja narrativa de desarrollo y falla en la transformación estructural que es necesaria.
3. En la comprensión de la diversidad como nuestra fuerza tenemos que hacer un esfuerzo especial para asegurar que las voces de los pobres y los vulnerables sean escuchadas, así como de las organizaciones de base y los del Sur. Una sola campaña mundial de la sociedad civil no parece una buena idea y hay grandes problemas asociados a los grandes "consorcios" que no se basan en principios y objetivos comunes, sino en la presión de los donantes. En un momento en que la voz de las empresas en los debates multilaterales está ganando la atención a través de diferentes canales, el establecimiento o potenciación de asociaciones de múltiples partes interesadas no es útil para mejorar la visibilidad y la eficacia de las organizaciones sin fines de lucro que trabajan para el bien común.
4. La ONU necesita definir y crear la función de "grupo de presión" para intereses privados, de forma similar a cómo los diferentes parlamentos de todo el mundo definen lobbys, diferentes de la función de las ONG que se requieren para defender el bien público. Mientras los lobistas pueden hacer contribuciones significativas al debate, tiene que aplicarse una estricta política de conflicto de interés, para garantizar la integridad de los procesos de toma de decisiones.
5. Se deben reforzar los mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas, así como el papel de la sociedad civil. El "clicktivismo" y la "externalización abierta de tareas" no pueden sustituir a los actores de la sociedad civil organizada. Cuestionarios basados en Internet pueden ser un reclamo publicitario, pero su uso como "evidencia" es totalmente acientífico y potencialmente manipulador.


Puntos de acción específicos
(identificados por los grupos de trabajo)

Sobre rendición de cuentas y monitoreo por parte de la sociedad civil
- El seguimiento y la elaboración de informes ha sido para la sociedad civil una forma de involucrarse y de organizar y no sólo un mecanismo para reunir pruebas y esa dimensión debe fortalecerse;
- La sociedad civil debe apoyar los esfuerzos para mejorar la capacidad nacional de recopilación de datos en los casos en los que es inadecuado e insistir en indicadores específicos y desagregados de género, edad, regionales y étnicos;
- La necesidad de acceder a la información real y transparencia en las políticas de divulgación pública, tanto por parte de gobiernos y organismos multilaterales (necesidad de rápida acción, un mejor acceso, etc);
- Necesidad de fortalecer la capacidad y motivar a la gente a usar los datos / de acceso y de la información (por ejemplo, Transparencia Brasil, Ley de Derecho a la Información de la India);
- Los gobiernos deberían celebrar audiencias públicas como una práctica regular y no sólo cuando es requerido por las condicionalidades de los préstamos;
- La sociedad civil debería ampliar el uso de las nuevas tecnologías como herramientas para exigir que sus gobiernos rindan cuentas e involucrar la participación de las comunidades (ej. Monitoreo de las elecciones en Kenia, Harrasmap en Canadá); construir alianzas más allá de nuestras circunscripciones para ayudar a construir nuestras capacidades;
- La sociedad civil debe promover un convenio marco para la rendición de cuentas corporativa global (basado en los principios de Maastricht, Principios Rectores sobre las obligaciones extraterritoriales de los estados y en los Principios Rectores de los derechos humanos y la extrema pobreza;
- Necesitamos una campaña mundial de redes de la sociedad civil sobre responsabilidad corporativa (las campañas actuales son por sector, específica de empresa o región (por ejemplo, la impunidad empresarial, grupo de trabajo sobre responsabilidad corporativa de los DESC), Social Watch podría facilitar un grupo de trabajo inicial hacia esta red;
- El monitoreo de la sociedad civil tiene que contar con recursos y ser reconocida como una actividad valiosa en sí misma, preferentemente en forma independiente de la prestación de servicios;
- La sociedad civil necesita monitorear la influencia corporativa sobre los donantes;
- La sociedad civil tiene que trabajar con los investigadores en el desarrollo de nuevos índices (ej. índice de poder de las empresas, el índice de desigualdad) siguiendo el modelo de el Índice de Capacidades Básicas y el Índice de Equidad de Género desarrollados por Social Watch;

En cabildeo multilateral
- Tenemos que crear espacios autónomos de reflexión intelectual para la sociedad civil (por ejemplo, un espacio para la crítica de la revolución de datos);
- Las ONG deben desarrollar y promover estándares mínimos para medir un proceso de consulta significativo o válida;
- Las ONG con experiencia pueden ayudar a otros a desarrollar criterios para ayudar a la sociedad civil a evaluar en qué procesos multilaterales participar (ej. ¿Habrá resultados vinculantes o no vinculantes?, ¿Este mecanismo es por un tiempo limitado o permanente?, ¿Cuál es la diferencia entre los resultados de un proceso o de otro?);
- SENG puede proporcionar un calendario de las próximas oportunidades para participar;
- Necesidad de integrar una estrategia de comunicación para hacer frente a los obstáculos estructurales (para amplificar no reducir el orden del día, para involucrar a la gente de una manera fundamentada y accesible, para involucrar a la prensa);

En los procesos regionales
- Hacer hincapié en el nivel regional como paso previo a lo global y así dar sentido a los niveles nacional y local;
- Organizar mejor los espacios y las estrategias regionales e inter-regionales (por ejemplo, ampliar el acceso a la sociedad civil a la Liga Árabe; crear un Foro de la sociedad civil en las reuniones inter- regionales árabes y América Latina; construir alianzas de la sociedad civil con la Unión Africana para controlar mejor su decisiones, un posible foro del Consejo Económico y Social de la Unión Africana;
- Participar en el proceso SENG regional de "asociaciones políticas" entre la sociedad civil y los estados;
- Necesidad de convenciones regionales de acceso a la información (por ejemplo, similar al Convenio de Aarhus);
- Apoyar a la Alianza de los países afectados por las empresas multinacionales liderada por Ecuador;

En las Naciones Unidas
- Hacer seguimiento del uso de los fondos no presupuestados en la ONU mediante la promoción entre los parlamentarios de que soliciten informes detallados sobre el uso de las contribuciones extrapresupuestarias de sus países a las Naciones Unidas;
-Press para la implementación de los instrumentos de las Naciones Unidas sobre la corrupción;
- Necesidad de instrumento jurídico para hacer a las asociaciones responsables (incluyendo un conflicto obligatoria de la política de interés para las Naciones Unidas);
- Abogacía y cabildeo por mejores instituciones a nivel mundial (Foro Político de Alto Nivel), basado en la UPR de recursos humanos para responsabilizar a los gobiernos, así como también a los actores no estatales;
-Utilizar los procesos de derechos humanos para hacer responsables a la ONU, los Estados miembros y los actores no estatales.

 

Lista de Participantes

Abdulnabi Alekry, Bahrain Human Rights Society, Abdulnabi es fundador y Coordinador del Comité de Derechos Humanos de Bahrein, exiliado entre 1982-2001; Fundador y Agente de Capacitación de la Sociedad por los Derechos Humanos de Bahrein desde 2001; Fundador, Miembro de la Dirección y actualmente presidente de la Sociedad para la Transparencia de Bahrein; Coordinador de la Red de ONG Árabes para el Desarrollo (ANND) en Bahrein; Editor o Co-editor de los informes sobre su país para el informe anual de Social Watch; Colaborador del informe alternativo a los principales mecanismos sobre derechos humanos de la ONU; licenciado en Ingeniería y diplomas en derechos humanos y estadísticas.

Ana Zeballos, Social Watch, Uruguay. Ana es trabajadora social, ella studio en la Universidad de la República del Uruguay (UDELAR). Ella trabaja en Social Watch desde 2001, como networker y coordinadora de projectos.

Anita Nayar, UN-NGLS, New York. Anita es jefa del Servicio de Enlace con las Organizaciones no Gubernamentales (NGLS) del sistema de las Naciones Unidas, entidad encargada de promover y desarrollar relaciones constructivas entre las Naciones Unidas y las organizaciones de la sociedad civil.

Barbara Adams, Global Policy Forum, New York, Economista. Barbara es una reconocida defensora internacional de la justicia social y la equidad de género y colaboradora principal del Global Policy Forum, también es miembro del Grupo de Trabajo de Mujeres sobre Financiación para el Desarrollo, del directorio de Social Watch y del American Friends Service Committee y del Consejo Canadiense de Cooperación Internacional (CCIC). También ha emprendido tareas de desarrollo en América Latina. Anteriormente se desempeñó como Jefe de Alianzas y Comunicaciones Estratégicas en UNIFEM (2003-2008). Ha trabajado con organizaciones de mujeres para promover la equidad de género en el terreno de las políticas macroeconómicas y para la eficacia de la ayuda.

Carlos Revilla Herrero, UNITAS, Bolivia. Carlos trabaja como Coordinador del Programa Urbano de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS). Este programa funciona mediante la combinación de la Educación Popular y de Litigio Estratégico de Derechos Humanos. UNITAS es una plataforma nacional de 26 ONG que desarrolla diferentes programas de fortalecimiento de las organizaciones urbano-populares, indígenas y campesinas, el fomento de la reflexión y discusión para promover activamente su participación en el análisis y las propuestas públicas, a la vez que promociona nuevos paradigmas de desarrollo en el contexto nacional  y el debate público en torno a los temas de desarrollo y de derechos humanos en los planos nacional, regional y mundial. UNITAS ha sido miembro de la coalición nacional de Social Watch desde 1997 y, junto con el CEDLA, es el punto focal de Social Watch en Bolivia desde 2009.

Cecilia Fernández, Consejo Internacional de Educación de Adultos, Instituto del Tercer Mundo (ITeM), Montevideo. Cecilia es una trabajadora social, feminista, comprometida con el movimiento de la educación popular y el movimiento de mujeres. Fue profesora en el Departamento de Trabajo Social en la Universidad pública de Uruguay y en la Universidad Católica. Actualmente es Secretaria General Adjunta del ICAE, jefe del Programa de Capacitación para la Promoción de ICAE. Ella también es miembro de la Oficina de Género y Educación (GEO) del ICAE. Ella representa a ICAE en el Consejo Internacional del Foro Social Mundial y es presidente del consejo de ITeM.

Celita Eccher, Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE), Montevideo. Celita es una educadora popular feminista. Estudio en la Universidad de la República del Uruguay (UDELAR). Es trabajadora Social y fue docente en la universidad. En el presente Celita es Secretaria General del Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE).

Chee Yoke Ling, Third World Network (TWN), Yoke Ling, es una abogada de Malasia, especialista en derecho internacional y Directora de Programas de la Red del Tercer Mundo (TWN). Sus áreas de especialización incluyen los impactos ambientales, sociales y económicos de la globalización, especialmente en los países del Sur. Desde 1993 ha trabajado en estrecha colaboración con los principales negociadores de los países del Sur, los científicos y las organizaciones no gubernamentales para hacer campaña por la seguridad biológica y la justicia climática. Fue miembro de los grupos de trabajo que elaboraron las leyes de Malasia sobre la seguridad biológica y la regulación del acceso a los recursos genéticos.

Gustave Assah, Social Watch – Benin. Gustave es actualmente Coordinador de Social Watch en Benin. Es coordinador de la Comisión Cívica para África (Pan African TICAD Civil Society Advocacy Network for Aid Effectiveness); Coordinador Nacional del proyecto de capacitación de las Organizaciones de la Sociedad Civil y los Medios de Comunicación en Benin (UNDP-Benin); Tesorero de la Red de ONG de África Occidental y Central (REPAOC). Tiene un Master en Evaluación de Programas de Gerencia en Recursos Humanos con especialización en metodologías interactivas. Es experto en desarrollo comunitario en materia de gobernanza, incidencia y cabildeo. También cuenta con una licenciatura en Ciencias Sociales y Humanas (opción Antropología y Sociología) de la Universidad de Benin con especialización en Desarrollo y Dirección de Proyectos.

Hubert Schillinger, Fundación Friedrich Ebert, Berlin. Hubert es coordinador del programa de Diálogo sobre globalización de la Fundación Ebert (FES) en Berlin. Anteriormente fue director nacional de FES en Namibia, Sudáfrica y Marruecos.

Iara Pietrikovsky, Instituto de Estudios Socio-Económicos (INESC), Brasilia. Iara es antropóloga, maestra em Ciencia Política de la Universidade de Brasília y actriz de teatro. Es co-responsable de la dirección de INESC y está al frente de las actividades vinculadas con el seguimiento a la Conferencia Rio+20 de Desarrollo Sustentable y el G20. Es miembro de la coordinación de Rede Brasil y de la Rede Brasileira pela Integração dos Povos (REBRIP).

Jagadananda, National Social Watch, India. Jagadananda fue principal autoridad responsable de las políticas de acceso a la información en el estado indio de Orisa. Jagadananda es miembro fundador de la coalición nacional india de Social Watch.

Janet Carandang, Social Watch Filipinas, Filipinas. Janet es coordinadora de la secretaría de la coalición nacional de Social Watch en Filipinas. Ella coordina la Iniciativa por un Presupuesto Alternativo, una campaña de apoyo presupuestario de Social Watch Filipinas compuesto por más de 100 organizaciones, que propone la asignación adicional para la educación, salud, agricultura, medio ambiente y seguridad social, realiza hipótesis macroeconómicas y propone fuentes de financiamiento. Janet también coordina la creación del Instituto de Finanzas Públicas del Pueblo que será el centro en el que los ciudadanos puedan compartir y aprender acerca de los diferentes aspectos de las finanzas públicas y la importancia de la participación ciudadana en los procesos de finanzas públicas.

Jens Martens, Global Policy Forum, Bonn. Jens es director de Global Policy Forum Europe desde su fundación en 2004. Desde 2009 es miembro del ejecutivo de GPF en Nueva York.

Kate McInturff, CCPA, Canadá. Kate es Investigadora Asociada del Canadian Centre for Policy Alternatives. Es especialista en normas de derechos humanos de la mujer y en política canadiense de derechos humanos Su trabajo se centra en hacer que los acuerdos internacionales sobre los derechos humanos de las mujeres se hagan realidad en su vida cotidiana. Es miembro del Comité Ejecutivo Mundial del Congreso de la Mujer. Kate recibió su doctorado en la Universidad de Columbia Británica en el 2000.

Karin Nansen, Redes Amigos de la Tierra Uruguay. Karin es coordinadora de Redes, REDES (Red de Ecología Social) -Amigos de la Tierra, una organización que trabaja desde la perspectiva de la ecología-social. REDES es miembro de Amigos de la Tierra Internacional, una federación de grupos ecologistas en más de 60 países.

Martin Kirk, The Rules, EEUU. Martin es el director de campañas globales de The Rules desde junio de 2012. Anteriormente fue Jefe de Campañas de Oxfam Reino Unido. Antes de Oxfam, Martin fue Jefe de cabildeo global de Save the Children. Martin es graduado en historia, y ha trabajado extensivamente a través del sector privado, público y de las ONG en las relaciones con gobiernos y la participación del público en asuntos globales.

Martina Kabisama, SAHRINGON, Tanzania. Martina trabaja como coordinadora nacional de la Red de ONG de Derechos Humanos de África del Sur (SAHRINGON)-Capítulo Tanzania. Tiene amplia experiencia en programas de dirección y capacitación. Se ha desempeñado como Coordinadora Subregional y Vicepresidente Regional de África para Oikosnet-Africa en 1995-2000, 2000-2004 respectivamente y fue Vicepresidente de la Comunidad de Consejos Cristianos del África Oriental y el Cuerno de África de 2003-2006. Obtuvo un Master en Educación, Administración y Políticas Internacionales de la Universidad de Birmingham, Reino Unido. También es activista de género y derechos humanos con más de 20 años de experiencia y ha trabajado extensamente en red con otras organizaciones de derechos humanos a nivel nacional, regional y mundial. Es agente de capacitación internacional en el manejo no violento de conflictos.

Mirza Alas, RTM, Costa Rica. Mirza integra la Red del Tercer Mundo, es especialista en políticas públicas de salud.

Nicole Bidegain, DAWN, Montevideo. Nicole integra la red de activistas y académicas feministas DAWN (Development Alternatives with Women for a New Era). Como red feminista del Sur trabaja sobre justicia económica, justicia de género y democracia, así como la importancia de ir más allá de la teoría.

Roberto Bissio, Secretariado Internacional de Social Watch. Roberto es coordinador de Social Watch y Director Ejecutivo del Instituto del Tercer Mundo (ITeM). Es miembro del directorio de la Red del Tercer Mundo (TWN) e integra el Grupo de Reflección sobre Desarrollo Sustentable. Roberto fue miembro del Grupo Asesor de la Sociedad Civil del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (New York) entre 1999 y 2011 y editor de la Guía del Tercer Mundo y Guía del Mundo entre 1979 y 2010.

Simon Stocker, EUROSTEP, Bruselas. Simon es el director de Eurostep, una red de organizaciones no gubernamentales que coordina las actividades de organizaciones civiles europeas dedicadas al desarrollo.

Tanya Dawkins, Global-Local Link, Miami. Tanya es Directora Ejecutiva del Proyecto Global-Local Links donde su trabajo se centra en participar de la construcción del poder de la ciudadanía y la comunidad en una época de intensificación de la globalización. Se dedica al desarrollo de nuevas herramientas basadas en la comunidad, con perspectiva global así como políticas, redes e indicadores que ubiquen a las personas en el centro de la economía mundial. Actualmente organiza el Global Center for Community Rights, Leadership and Policy Innovation (Centro Global para los Derechos de la Comunidad, Liderazgo y Políticas de Innovación). Tanya tiene un MBA otorgado en la Universidad Barry y ha completado sus estudios de postgrado sobre Derecho Internacional de los Derechos Humanos en la Universidad de Oxford. Ha sido miembro de Social Watch desde 2005 y se desempeña como una de sus coordinadoras.

Timo Lappalainen, KEPA, Finlandia. Timo es responsable de la gestión ejecutiva y asiste a la Junta de dirección política y estratégica de Kepa, la principal organización civil finlandesa de cooperación con el desarrollo. Actualmente KEPA cuenta con unas 300 organizaciones miembro que varían de pequeñas organizaciones benéficas a grandes organizaciones nacionales.

Wolfgang Obenland, Global Policy Forum, Bonn. Wolfgang es miembro fundador y coordinador de programa del Global Policy Forum Europe y miembro del Comité de Dirección Europeo de la Red de Justicia Fiscal.

Xavier Godinot, ATD-Fourth World, Paris. Xavier trabaja en la sede del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, donde fue director de su Instituto de Investigación durante doce años. Coordina proyectos contra la pobreza en los países del Sur y del Norte, con familias que viven en vertederos de basura, debajo de los puentes y en los barrios pobres.

Yao Graham, Third World Network-Africa, Accra. Yao es Coordinador de la Red del Tercer Mundo-África (TWN), organización panafricana de investigación y promoción con sede en Accra, Ghana y es miembro fundador de Social Watch. El trabajo de la TWN se focaliza en políticas económicas, comercio internacional, inversiones y el rol de las IFIs en el desarrollo africano, políticas de género y el sector extractivo en África (principalmente minería y petróleo). Yao se ha dedicado al activismo y al debate social, escribiendo extensamente sobre África y asuntos de desarrollo global desde mediados de los años 1970, trabajando todos estos años junto con organizaciones sociales clave, tales como los sindicatos.

Ziad Abdel Samad, Arab NGO Network for Development, Líbano. Ziad es Director Ejecutivo de ANND, la Red de Organizaciones Árabes para el Desarrollo. ANND es una red regional que está presente en diez países de la region árabe. ANND inició su trabajo en 1997 y desde 2000 tiene su secretariado en Beirut. Ziad es ingeniero civil.