SERBIA

La indecisión del Gobierno y la falta de una estrategia y visión claras para responder a los efectos negativos de la crisis fomenta el pesimismo y descontento entre la población, que exige acciones – no sólo palabras – para combatir la corrupción y el delito y establecer el estado de derecho. La situación económica se deteriora y pone en peligro los derechos económicos y sociales de la ciudadanía. Los ingresos del Gobierno disminuyeron debido a la privatización en gran escala iniciada en 2003. Presionados por el FMI y el descontento público, los políticos redactan proyectos que son desechados casi de inmediato.
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