Mientras la atención sobre la crisis económica mundial se concentra en Europa, las consecuencias sociales siguen siendo devastadoras en todo el mundo, especialmente sobre los países en desarrollo. Los últimos datos internacionales disponibles, destacados en una publicación de la División de Políticas y Prácticas de UNICEF, advierten sobre los alarmantes peligros que suponen la escasez de alimentos, el desempleo generalizado y la reducción de la asistencia social.

En términos de acceso a los alimentos, después de los dos grandes picos en los precios internacionales (en los ciclos 2007-08 y 2010-11), este año la población de casi 60 países en desarrollo está pagando en promedio 80 por ciento más que antes de la crisis, advierte "Una recuperación para todos: Repensando las políticas socioeconómicas para los niños y las familias pobres", editado por Isabel Ortiz y Mattew Cummins y publicado por la División de Políticas de UNICEF.

La reunión en Ginebra.
(Foto: UNCTAD)

La sociedad civil fue clave para el éxito de la 13 Reunión Ministerial de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD XIII) este año, dijo el secretario general de la agencia, Supachai Panitchpakdi, ante representantes de organizaciones no gubernamentales. A su vez, éstos valoraron el último reporte anual de la UNCTAD, el cual concluye que las medidas de austeridad no dieron paso al crecimiento económico y recomienda políticas de apoyo gubernamental para dejar la crisis atrás.

Los gobiernos del mundo árabe están obligados constitucionalmente a respetar los derechos económicos y sociales básicos de sus ciudadanos, pero en general dejan de cumplir ese compromiso con el paso del tiempo, según el primer Informe Arab Watch, elaborado por organizaciones de la sociedad civil de diez países de Medio Oriente y África septentrional.

La Red de ONG Árabes para el Desarrollo (ANND) presentó este primer informe regional sobre derechos económicos y sociales – dedicado en esta edición especialmente a los derechos al trabajo y a la educación – en un taller celebrado en Beirut el miércoles 9 y el jueves 10 de este mes.

Presentación del Observatorio
a, a cargo de Flavio Valente
(FIAN), Peter Prove (EAA),
Huguette Akplogan-Dossa
(ANoRF), Abdessalam Ould
Ahmed (FAO) y Lalji Desai
(WAMIP).
(Foto: FIAN International)

El quinto Observatorio del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición deja en evidencia el papel de la democracia en la lucha contra el hambre. En la presentación de este informe anual, el 25 de septiembre en Ginebra, representantes de las organizaciones de la sociedad civil que lo produjeron sostuvieron que es imposible atacar las causas de la desnutrición si se mantienen intactas las relaciones de poder existentes.

“Existe una relación intrínseca entre la alimentación y el poder. En la práctica es imposible encontrar una persona que no tenga suficiente alimento para subsistir entre los poderosos de las esferas sociales y políticas mundiales”, dijo Huguette Akplogan-Dossa, coordinadora regional de la Red Africana por el Derecho a la Alimentación (RAPDA). “La tendencia es que la exclusión de la toma de decisiones económicas y políticas corresponde directamente con la incidencia del hambre y la malnutrición.”

Las organizaciones globales Eurodad, Afrodad, Latindadd, Jubilee USA y la Red del Tercer Mundo se unieron para llamar a la comunidad internacional, en una declaración conjunta, a alcanzar una solución duradera a la crisis de la deuda soberana y al establecimiento de un mecanismo justo e independiente que asuma la tarea de hacerle frente al problema.

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